Las indicaciones son claras. A 2 kilómetros de La Selva de Camp, Tarragona. Cuando se cruza la cancela de acceso, no hay palabras que transmite este edificio. Es un capricho estético en medio de un vergel. Hay algo especial en el ambiente y eso se transmite al contemplar este edificio, obra de Lluis Domenchec i Montaner, uno de los arquitectos modernistas catalanes más destacados.