El monumento, que costó más de diez millones de euros, el doble del presupuesto, fue un 'regalo' de la Caja de Madrid de Miguel Blesa a la ciudad, pero su autor no quiso ni asistir a la inauguración presidida por el Rey.
La reducción de plantilla en el personal de seguridad que controla los accesos a los juzgados madrileños ha provocado colas de más de 150 personas y que algunos juicios hayan tenido que suspenderse por ausencia de los citados.