“¿Alojarme en una cueva?”, “¿Sin ventanas?”, “¡¿Estás loco?!” ¡Espera! No te adelantes y mira esta selección que te hemos hecho. Borra esa imagen que tienes en la cabeza de Atapuerca porque fijo, fijo, alguna va a estar en la lista de tus próximas escapadas. Ya sabes, quedarte en una cueva es una apuesta segura; no importa la estación del año en la que nos encontremos ahí fuera porque la conservación dentro de estos alojamientos tan originales y tan históricos a su vez, será perfecta.