Pensó que los 15.000 dólares que le ofrecían por protagonizar Por un puñado de dólares no eran para tirar cohetes y que seguramente la película no tendría éxito. Pero la idea de conocer un país ‘exótico’ como España (en 1964 esa era la idea que un norteamericano tenía de este país) le gustó. Y así fue como Clint Eastwood desembarcó en Madrid.