Así lo pone de manifiesto un informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas referido a los ejercicios de 2005 a 2009, en el que señala también que la Residencia de Estudiantes distribuyó en esos años más de 1,7 millones de euros entre sus trabajadores en concepto de retribuciones y gratificaciones fuera de convenio y sin que constara su aprobación ni sus criterios de cuantificación.