En pleno debate sobre la pertinencia del término Antropoceno, los científicos siguen identificando lugares y depósitos que delatarán nuestro paso por el planeta mucho tiempo después de que hayamos desaparecido. Así será el legado que dejaremos en la roca.

Hace unos días saltaba la noticia: el gobierno de Nepal exigirá a los montañeros que quieran ascender al Everest a bajar 8 kilos de basura tras alcanzar –o no– la cima. Al margen de la sorpresa inicial (¿cómo es posible que sea necesario ese tirón de orejas a los montañeros?), surge la cuestión siguiente: ¿por qué no hacer todos lo mismo cuando salimos al monte?