El pasado 25 de noviembre de este 2024, Sara Aagesen recibía la cartera de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), después de que Teresa Ribera se embarcara en su esperada aventura europea. La antigua vicepresidenta tercera del Gobierno ha dejado varias tareas pendientes y fallidas a la nueva titular del Ministerio, entre ellas el fracaso de los objetivos de recogida separada de residuos.
Como respuesta, el MITECO implantará en un plazo de dos años un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases de plástico de un sólo uso. Esta medida es cada vez más popular en la Unión Europea. Por el momento, trece estados miembros -sin contar con España- disponen de estos sistemas, el último en unirse ha sido Malta.
El Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) es complementario a los contenedores de colores utilizados actualmente. La primera ‘D’, de depósito, refleja el valor económico asociado a cada envase e incentiva a retornarlos en las mejores condiciones para su reciclado.
La segunda ‘D’, de devolución, simboliza que el dinero gastado inicialmente por el consumidor, le será devuelto en su totalidad cuando el envase se entregue en el comercio. Y la ‘R’, de retorno, significa que el producto se recupera porque es una materia prima que está en condiciones para reutilizarse. De esta manera, se completa el ciclo sin dejar residuos.
Choque de datos de reciclaje entre el MITECO y Ecoembes
El informe elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica, publicado en noviembre de 2024, demuestra que no se han cumplido los objetivos de recogida separada de botellas de plástico establecido en el artículo 59 de la Ley de Residuos y suelos contaminados para una economía circular. El pasado 2023 sólo se reciclaron el 41,3% de estos envases, frente al 70% marcado en la legislación.
En España entraron 214.039 toneladas de botellas de plástico al mercado, de las cuales 74.482 fueron recicladas por entidades locales y 14.017 por privadas, según el informe del MITECO. El 60% restante no retornó al sistema, lo que podría suponer el incumplimiento de las directivas europeas sobre reducción de impacto de plásticos en el medioambiente.
No obstante, los datos de Ecoembes chocan con los del Ministerio. De acuerdo con la organización medioambiental, en 2022 fueron recogidas por separado el 67,2% de las botellas de plástico y el pasado 2023 se consiguió superar el objetivo estipulado en la Ley de Residuos con un 73,4%.
“Los objetivos legales son claros y hay que cumplirlos”, comentan desde Ecoembes a Vozpópuli. Recalcan que su principal prioridad es “ayudar a las empresas y a la administración a que España cumpla con las metas ambientales especificadas en la Ley de Residuos, en el Real Decreto de envases y prepararla para el Reglamento europeo que ya se está tramitando en Bruselas”.
Actualmente, en nuestro país se utiliza el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para la recogida separada de residuos. Es una organización, en nuestro caso Ecoembes, sin ánimo de lucro que agrupa a fabricantes e importadores y gestiona los fondos recaudados de las tasas pagadas por estas empresas para el reciclado de plásticos.
Ecoembes deja claro que “no se opone al SDDR”, ya que “no hay ninguna batalla entre sistemas”. El reglamento para el SDDR aún se encuentra en fase de trámite y es importante que el país se prepare, porque es “super ambiciosa” para conseguir los objetivos “de recogida separada de latas y botellas de menos de 3 litros del 90% para 2029”, señalan desde la organización.