Empezamos el año con toda la carne en el asador. Concretamente, la de Justin Bieber. El cantante se ha convertido, por sorpresa, en la nueva imagen de Calvin Klein para promocionar sus inmortales calzoncillos, y la pregunta es: ¿Era necesario? No solo no acabamos de entender el target al que va dirigido, sino que, además, la campaña nos parece un despropósito. ¿Por qué no casa la cabeza con el cuerpo? ¿Por qué sus brazos parecen venidos de otro planeta? ¿A qué viene esa pose como encorvada? Algo nos quieren decir y no acabamos de comprender qué es...