GAD3, dirigida por narciso Michavila, y 40dB, encabezada por Belén Barreiro, son las dos empresas demoscópicas que más papeletas tienen para hacer el sondeo del 10-N
Una encuesta de Sigma Dos para 'La Verdad' predice que el PSOE sería de nuevo la fuerza más votada por los murcianos en las urnas con el 35,4% de los sufragios, con lo que mejorarían en tres puntos el resultado del 26-M
Una encuesta de Sigma dos señala que si se celebrasen unos comicios generales, el PSOE ganaría con el 22,6% de los votos, pero la mayoría recaería sobre las formaciones de derecha
Sigma Dos, GAD3 y TNS no viven de las encuestas electorales, sino de los estudios de mercado y análisis demoscópicos de clientes para las compañías privadas, pero éstas, poco a poco, se van decantando por pequeñas empresas más especializadas ante los fracasos de predicción de las grandes.
Con el 99% de los votos escrutados, el 'sorpasso' preconizado por las encuestas no ha sido tal y el PSOE ha logrado más escaños que la confluencia de Unidos Podemos.
El director de Investigación y Análisis de Sigma Dos, José Miguel de Elías Hernández, y el sociólogo y consultor de Ivestigación de Gad3, Juan Benito, explican a Vozpópuli los mecanismos internos que llevan a cabo las empresas demoscópias para detallar la situación política del país.
Solo el 14% de los españoles atribuye a los catalanes el derecho a decidir por sí mismos. En Cataluña, cuatro de cada diez votarían no a la doble pregunta de la consulta.
El PP se desgasta por la acción de Gobierno y el PSOE también lo hace en su labor de oposición, pese a la renovación de su liderazgo. Ninguno da con la clave para frenar el descrédito de la clase política que ha dado alas a Podemos.
Los grandes beneficiados de esta debacle del bipartidismo serían la Izquierda Plural y UPyD, que triplican sus expectativas de voto respecto a hace cinco años. El PP y el PSOE obtendrían el 63,3% de los votos.
Los resultados de la encuesta no pillan por sorpresa a la Casa del Rey, que realiza encuestas quincenales. Los datos incluso se valoran con cierto optimismo, ya que el desafecto de los españoles parece ser ya algo crónico, sin descensos súbitos como en 2012.