El fundador y director creativo de la agencia de publicidad BAP&Conde, Miguel Conde-Lobato, asegura que realmente "el problema de la Inteligencia Artificial es lo que ocurre por detrás".
Es la conclusión a la que llega en una entrevista con EFE en la que analiza el informe 'IA, ¿oportunidad o amenaza?', elaborado por el ObserBAPtorio para analizar impacto, opiniones y tendencias de la Inteligencia Artificial y que presentará este viernes en el congreso internacional de animación Mundos Digitales.
La Inteligencia Artificial, como "casi todas las herramientas" sirve "para las cosas buenas y para las cosas malas", por lo que resolver si es una oportunidad o una amenaza "depende de los límites y de cómo se utilice".
"Es cierto que este tipo de innovación tiene a favor una especie de fascinación social que le abre las puertas y que, a veces, relega el debate de los límites tan necesario. En el estudio hay una parte de profesionales y una parte social y vemos que los profesionales tienden a ser un poquito más optimistas, pero también ven luces rojas. Un 65% de la sociedad normal ve más riesgos que ventajas y de los profesionales es un 35%", relata.
Temores a la Inteligecnia Artificial
Conde sostiene que el miedo a la Inteligencia Artificial tiene su origen en que esta "haga lo que no te dicen", puesto que "el problema es lo que ocurre por detrás", como ocurrió "con el Big Data", con cesión involuntaria de datos y tras "saltarse las limitaciones legales y éticas, pervertir las reglas del juego".
"Y hay otro gran riesgo, que es el impacto en el mercado laboral. Hay un dato muy negativo dentro del estudio que es que casi un 40% cree que su propio trabajo va a desaparecer y, además, lo considera deseable. Estamos viendo que nuestra parte más insolidaria, más vaga y más antisocial está saliendo un poco a la luz. También hay una parte de pensamiento mágico, el sueño del ser humano es vivir sin trabajar", agrega.
El estudio muestra que la percepción de la tecnología varía en función del ámbito, pues "es curioso que muchos le conceden la capacidad de ser un dios y, sin embargo, que le impriman la hamburguesa o el pulpo ya no mola".
La Inteligencia Artificial no viene a mejorar esas condiciones" y "lo que haga va a ser a costa de despidos", como se ve "en las grandes tecnológicas".
"Con respecto al trabajo, hay una parte de la sociedad que cree que es un invento de una élite. Yo no lo comparto, porque solo hay que mirar la naturaleza y ver que los animales salvajes tienen que cazar para comer. Sí que es cierto que cuanto mejor sean las condiciones laborales, mejor para todos", prosigue.
Considera que "la Inteligencia Artificial no viene a mejorar esas condiciones" y "lo que haga va a ser a costa de despidos", como se ve "en las grandes tecnológicas" y ya se han visto "pequeños anticipos como gasolineras sin gasolinero, bares sin camareros o bancos sin oficinas que son una aplicación".
"La Inteligencia Artificial va a potenciar todo esto, por eso hay que hacer un debate serio y calmado sobre ello", añade.
La necesidad de saber la verdad
Ve "curioso" que "la Inteligencia Artificial detecte 'fake news' cuando es la primera fabricante de 'fake news'", por lo que apuesta por una redefinición del periodismo.
"Ya no es tanto ser una cronista sino también tener un compromiso con la verdad. Eso es imposible hacerlo a ritmo de Twitter. En 24 horas uno no puede contrastar información. Las noticias cuando empiezan a ser negocio dejan de ser noticia. Aquí hay un gran camino por resolver. Antes, si algo salía en el telediario iba a misa. Ahora la gente tiene dudas", subraya.
De cara al futuro, la Inteligencia Artificial plantea una serie de retos, que Conde centra en la necesidad de tener toda la información.
"Yo creo que no va a ir a más sino a distinto. Por eso debemos exigir información. Tengo que saber si una fotografía la ha hecho un fotógrafo o una Inteligencia Artificial. Nos tienen que decir la verdad. Debemos saber la parte positiva de estas herramientas y ser pioneros en informar de donde viene cada cosa", concluye.