Diez millones de euros. Más de un centenar de localizaciones andaluzas. Alberto Rodríguez y Rafael Cobos ('La isla mínima', 'After', 'Grupo 7') en la dirección. Varios nombres destacados del panorama interpretativo español en el reparto. Movistar+ ha tirado literalmente la casa por la ventana para arrancar 2018 estrenando 'La Peste', la ambiciosa serie histórica con la que quiere inaugurar su producción original para conquistar a potenciales suscriptores en un mercado cada vez más fragmentado y competitivo.
La ficción se ha presentado este viernes en el Festival de Cine de San Sebastián como lo que es: un proyecto de corte cinematográfico que, pese a servirse en formato seriado, hereda mucho de la gran pantalla -presupuesto, factura, ambientación, grandes nombres, una historia relativamente condensada- para llevarlo a la plataforma natural donde todos estos elementos están convergiendo en los últimos años: la televisión a la carta.
Con una veintena de proyectos ya en desarrollo y la intención de estrenar hasta una decena de series propias al año, Movistar+, acompañada por Atípica Films en la producción ejecutiva, celebrará esta noche la premiere de uno de los proyectos que podría romper barreras dentro de la producción nacional de series. Esta suerte de película de seis episodios de 50 minutos de duración presenta un apetecible bodegón de misterio y vívidos olores cuyo fruto es un producto a caballo entre el drama histórico español y 'El perfume' de Süskind. Un 'thriller' de época que no se queda en la superficie, sino que parece interesarse por ahondar en las circunstancias históricas del escenario en el que tiene lugar: esa Sevilla renacentista que se había convertido en la puerta de América en Europa por su bullicio comercial y social, pero en la que las desigualdades, el hambre y la enfermedad eran también circunstancias más que comunes.
En esa ciudad rica en matices y contrastes se encuentra Mateo (Pablo Molinero), un proscrito que busca el perdón del Santo Oficio y que trata de resolver una serie de asesinatos de personalidades relacionadas con el movimiento protestante que tuvieron lugar en 1587. La epidemia de violencia coincide con un mortífero brote de peste en el que se ven envueltos personajes de todos los estamentos: desde el inquisidor encarnado por Manuel Solo y el noble Zúñiga, al que da vida Paco León, hasta un bastardo (Sergio Castellanos), una prostituta (Cecilia García) o una mujer viuda (Patricia López) que buscan sobrevivir en este caótico escenario.
La peste, en el fondo, no es sólo un fenómeno biológico: también representa las sombras del alma humana. Así lo ha defendido este viernes el co-creador de la serie, Rafael Cobos:"Es una gran metáfora y una de sus grandes lecturas está muy relacionada con la actualidad, la gentrificación de las ciudades, la corrupción política... Son temas que nos preocupan y queríamos que estuvieran presentes en la historia". El aroma de pestilencia y riqueza se empieza a extender, pero queda por ver si embriagará a la audiencia en apenas cuatro meses.