Isabel Jordán, ex administradora de cuatro de las empresas del Grupo Correa, lleva ya tres días declarando ante el tribunal que juzga la primera etapa de la trama Gürtel. Y en todos estas jornadas, ha dado detalles de cómo la Comunidad de Madrid incitaba presuntamente a la red de corrupción a trampear las facturas de los cientos de actos que organizaban para el lucimiento de Esperanza Aguirre. Este jueves lo ha vuelto a hacer y, además, ha tildado dichos chanchullos como "lo normal, lo habitual". Ha hablado de cambios de los conceptos de las msimas, de 'trocear' los importes para no superar ciertos límites, de utilizar proveedores para facturar una parte y de falsear, incluso, la fecha de las mismas. Toda una batería de tejemanejes que ha enumerado con toda naturalidad porque, al fin y al cabo, el Ejecutivo de la 'lideresa' era el "cliente" y quién mandaba. Si ellos decían amén a todo sin rechistar era sólo para poder cobrar. Al fin y al cabo, la Comunidad de Madrid tenía costumbre de ser morosa, ha añadido. La acusación que representa al PSOE de Madrid ha visto entonces el filón y ha decidido reclamar al Tribunal que llame a declarar a parte de los altos cargos del Gobierno autónomo que ya había solicitado en su escrito de acusación para que comparecieran como testigo y que en su día fueron rechazados por los tres magistrados. En aquel listado de medio centenar de personas figura el ex presidente Ignacio González y varios consejeros.
Jordán ha asegurado que la Gürtel trampeaba las facturas porque así se lo pedían funcionarios del Ejecutivo regional
Jordán, que en todo momento ha intentado mantenerse al margen de las cuestiones de contabilidad de las empresas que ella dirigía, de la entrega de sobres a políticos e, incluso, del trato con los responsables políticos de la Comunidad de Madrid para la que tanto trabajaban, no ha tenido ningún reparo en decir que las facturas de dichos eventos se sometían a todo tipo de 'retoques. Eso sí, siempre por indicación de los "funcionarios" del propio Gobierno regional. Eso sí, achacaba tal cúmulo de pufos a que a veces se les encargaban los eventos con tan sólo 8 horas de antelación y que, incluso, se anulaban. Con esos vaivenes, ha considerado normal que los presupuestos se modificaran antes, durante y después con "extras y modificiaciones" que hacían que los importes bailaran. De hecho, justificó que aceptara modificar conceptos, utilizar terceras empresas para presentar facturas y hacerlo en otros casos "fuera de contrato" en que "es el cliente quién te está diciendo cómo tienes que hacerlo. Qué reparos ibas a poner". Al fin y a cabo, la Gürtel sólo pretendía "poder cobrar", algo que a veces tardaba año y medio, ha recalcado.
La administradora de las empresas de la trama ha aprovechado las preguntas sobre estos tejemanejes para lanzar el primer navajazo a un compañero de banquillo. En concreto, a Pablo Crespo, el señalado como lugarteniente de Francisco Correa, y al que ha acusado de ser la persona que daba el visto bueno a dichas 'mamandurrias' con facturas y contratos. "Él lo sabía perfectamente. Estaba al tanto de todo", ha asegurado. Al fin y al cabo, ella ha insistido que aunque figurase como administradora única y accionista de cuatro empresas, era simplemente "una trabajadora". Jordán le devolvía de este modo las puñaladas que Crepo le había lanzado durante su declaración, cuando la acusó de utilizar la tarjeta de la empresa con demasiada alegría para comprarse bolsos por valor de decenas de miles de euros. Era el inicio de unas hostilidades que iban a tener su continuación poco después, cuando Miguel Durán, abogado defensor del señalado como 'número 2' de la trama, ha tomado la palabra para interrogarla.
Navajazos en 'black'
Éste ha sacado a relucir coches de empresas, cuentas bancarias saqueadas con talones al portador y tarjetas de empresa convertidas en 'black' con compras personales. Eso sin olvidar actas notariales "fabricadas", denuncias falsas y simulaciones de robo. En algunos momentos el presidente del Tribunal, el magistrado Ángel Hurtado, ha tenido que ponerse el 'casco azul' para poner tranquilidad en la Sala. Todo ha empezado porque el abogado del 'número 2' de la Gürtel ha decidido sacar a relucir las contradicciones en las que Isabel Jordán ha caído en sus declaraciones sobre su papel como administradora y accionista de varias empresas. Para ello, ha empezado a preguntarle por el uso que ésta hacía de varios coches de empresa. La mujer ha detallado que ella tuvo primero un 'Peugeot 407', un coche de "funcionario" según lo tildó Correa, que le obligó a cambiarlo por otro de los que tenía la trama, un lujoso Range Rover. Automóvil que tampoco era del agrado de 'Don Vito' que le hizo dejarlo para que pasara a conducir un 'Mini'. "¿Tenia usted carné de conducir?", le ha preguntado por sorpresa Miguel Durán para demostrar que mentía por sistema a sus jefes.
La defensa de Crespo ha acusado a Isabel Jordán de hacer gastos "personales" con la tarjeta de empresa, saquear las cuentas con talones al portador e, incluso, presentar denuncias falsas
De ahí, el ataque ha pasado a la tarjeta de crédito con cargo a las cuentas bancarias de las empresas de la trama y que, según la defensa de Crespo,se convirtieron en un pozo sin fondo por el supuesto uso que de ella hacía para "gastos muy personales". Jordán no ha negado dichos cargos, pero los ha justificado en que el presunto cabecilla de la trama lo sabía y, de hecho, le había incitado a utilizarla para compensarla porque Francisco Correa no quería subirle el sueldo. Eso sí, 'sólo' 2.000 euros al mes. El siguiente navajazo a la ex empleada de la Gürtel ha pasado por los talones con los que octubre de 2007, justo antes de dejar la empresa, firmó para sacar de los depósitos de la trama 206.000 euros. Jordán ha asegurado que lo hizo para cobrar una liquidación que creía merecía tras su salida de la empresa y para recuperar 'bonus' prometidos y no cobrados. "¿Los declaró a Hacienda?", le ha apretado Miguel Durán después de calificar esa auto-liquidación como "generosa".
Jordán ha pasado entonces al contraataque y ha acusado de Crespo de "fabricar" el acta notarial firmado por otra empleada para acusarla del saqueo de las cuentas. La defensa del hombre de confianza de Correa ha vuelto a tirar de trapos sucios para indicar que más "falso" era la denuncia que presentó ella en el cuartel de la Guardia Civil en Boadilla del Monte para denunciar supuestas irregularidades en las empresas... Ante el cariz que estaba tomando el interrogatorio, el presidente del Tribunal ha tenido que salir en varias ocasiones para poner orden en una Sala convertida en escenario de una riña con más tintes tabernarios que jurídicos.