Actualidad

Así se gestó el polémico texto de Podemos para suprimir el delito de enaltecimiento

El diputado Santos, que también recibió en el Congreso a las familias de los agresores de los dos guardias civiles de Alsasua, pilotó la iniciativa. Ha sido miembro de Salhaketa-Nafarroa, asociación de apoyo a reclusos próxima a Etxerat, el colectivo de allegados de presos de ETA.

  • Eduardo Santos, diputado de Podemos por Navarra, en la tribuna del Congreso.

La intrahistoria de la proposición no de ley (PNL) presentada por el grupo parlamentario Unidos Podemos-En Comú-En Marea en el Congreso de los Diputados para "suprimir" el delito de enaltecimiento del terrorismo responde a una cadena de desaciertos. Según fuentes internas consultadas por Vozpópuli, la elaboración de la iniciativa ha estado a cargo de los integrantes de dicho grupo parlamentario en la Comisión de Justicia, donde su portavoz adjunto, Eduardo Santos, ha tenido un papel destacado. En concreto, las fuentes citadas apuntan a él como la persona que ha pilotado los trabajos de esta polémica proposición.

La pasada semana, Santos fue también anfitrión de la recepción que varias formaciones (Podemos, IU, En Marea, En Comú, PNV, PDeCAT, ERC, Compromís y Bildu) brindaron en la Cámara baja a familiares de los agresores de los dos guardias civiles de Alsasua. Además de organizar y participar en esta recepción en la Cámara baja, las mismas fuentes sitúan a este diputado electo por Navarra como uno de los autores del manifiesto presentado ese mismo día para pedir que los hechos, en contra del pronunciamiento de la Audiencia Nacional, no fueran calificados como "delito de terrorismo". "Fue una pelea", mantienen.

Santos aterrizó en la Cámara baja el pasado enero tras haber sido diputado de Podemos el Parlamento de Navarra desde 2015. No obstante, su nombre ya era conocido en la izquierda abertzale como abogado e integrante de Salhaketa-Nafarroa, una asociación de apoyo a reclusos navarros o de la cárcel de Pamplona. Esta plataforma promueve "la desaparición de las cárceles porque la pena privativa de libertad es un castigo inhumano, incapaz de conseguir el objetivo resocializador". Se le considera próxima a Etxerat, el colectivo de allegados de presos de ETA. De hecho, participó en la XIV Asamblea Nacional de Etxerat, celebrada en 2015 en Pamplona, y se adhirió a sus líneas de actuación, entre ellas la de "acabar con la dispersión" de los presos etarras.

Tanto Santos como otros miembros de Unidos Podemos en la Comisión de Justicia del Congreso (por ejemplo, la vocal Sara Carreño, electa por La Rioja, que acompañó a Pablo Iglesias en la presentación de la iniciativa) se habían reunido con anterioridad para ir recabando opiniones sobre la redacción del texto. Al final, la proposición registrada, en lugar de pedir al Congreso que instara al Gobierno a "reformar" el artículo 578 del Código Penal, incluyó la palabra "suprimir". Las miradas se ha vuelto en Podemos hacia Santos y Carreño, los dos diputados que firman la PNL junto a la portavoz, Irene Montero.

En lugar de pedir al Congreso que instara al Gobierno a "reformar" el artículo 578 del Código Penal, la proposición incluyó la palabra "suprimir"

Fuentes asistentes a esos trabajos apuntaron a Vozpópuli que también les sorprendieron las "prisas" con las que se ha dado salida a esta proposición no de ley. Así, ven en ello uno de los posibles errores que han conducido a esta polémica.

Otro fallo, comentan, es no haber contado con otras formaciones del grupo parlamentario como IU, Equo, En Comú o En Marea a la hora de dar publicidad a la iniciativa. Ningún representante de estos partidos se hizo la foto junto a Iglesias en el registro. Sólo le acompañó Sara Carreño, de su mismo partido, la tuitera Cassandra Vera y el humorista Facu Díaz.

A ello se unen los problemas de comunicación, inciden las mismas fuentes. En cuanto la prensa se hizo eco de que Podemos planteaba "suprimir" el delito de enaltecimiento del terrorismo, nadie salió a matizar este punto. La reacción oficial llegó un día después, en la rueda de prensa de los martes tras la Junta de Portavoces. Irene Montero empezó diciendo que la PNL de su grupo apuesta por una reforma del Código Penal "en el sentido de suprimir el artículo 578" porque "tiene una redacción ambigua, genera inseguridad y no es efectiva para combatir el terrorismo". La portavoz de Podemos se remitió a las opiniones vertidas al respecto por el Relator especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Expresión o por Amnistía Internacional.

En este sentido, Montero manifestó que "nuestro Código Penal debe poder perseguir el terrorismo pero no a tuiteros, humoristas o cantantes porque eso vulnera la libertad de expresión". Fue la última revisión del Código Penal, la del año 2015, la que hizo extensivo el delito de enaltecimiento a los mensajes ofensivos que se produjesen en "internet", es decir, las redes sociales. Este punto es el que crea más frustración a Podemos.

Ante tales respuestas, la jefa de gabinete de Iglesias, que empleó fundamentalmente el término "revisar", fue interpelada varias veces por la prensa sobre si, realmente, su formación quiere "suprimir" el artículo 578. Su respuesta fue, de nuevo, cuestionar la ambigüedad del tipo. Sin embargo, fuera de los focos, en una conversación informal con los periodistas, aclaró su postura: Podemos aboga por la supresión de ese artículo 578 porque, aunque ello implique eliminar también el tipo de enaltecimiento del terrorismo, ese delito en sí de enaltecer el terrorismo puede ser perseguido con otros mecanismos del Código Penal, sin generar "inseguridad jurídica" y sin vulnerar el derecho a la libertad de expresión. "El acto de enaltecer el terrorismo se puede perseguir sin un tipo penal específico", sentenció Montero.

Regresar al artículo 18

Fue entonces cuando los periodistas le preguntaron en el corrillo sobre cuáles son esos mecanismos del Código Penal que se podrían aplicar para combatir, por ejemplo, los homenajes a etarras excarcelados. Montero no concretó ninguno e insinuó que debería emplearse la normativa anterior a la reforma del Código Penal del año 2000, esto es, la que introdujo la figura de "enaltecimiento del terrorismo" a través del artículo 578. Esa normativa anterior era básicamente el artículo 18 del Código Penal, el de "apología" entendida como la "exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor".

Este precepto dice que la apología "sólo será delictiva como forma de provocación y si por su naturaleza y circunstancias constituye una incitación directa a cometer un delito". Con la introducción del tipo específico de enaltecimiento del terrorismo mediante el artículo 578, el legislador quiso superar tales condicionantes fundamentalmente por dos motivos: uno, se perseguiría la mera alabanza/justificación genérica, bien de los actos terroristas o de quienes los efectuaron, y dos, se daría mayor protección a las víctimas para evitar su humillación. En la rueda de prensa de Montero no apareció la palabra "víctimas", quienes, por otro lado, ya han expresado su rechazo a la iniciativa de Podemos.

Tres párrafos copiados

Y para rematar el desaguisado, la portavoz tuvo que responder al hecho de que la propuesta registrada por su grupo incluya tres párrafos copiados de un artículo publicado en eldiario.es. Montero calificó lo ocurrido como un "incidente desafortunado" y señaló que ese artículo fue escrito por "una de las juristas que asesoran a nuestro grupo parlamentario". Según las fuentes consultadas por Vozpópuli, la autora es la abogada Isabel Elbal, que participó como "colaboradora de Izquierda Unida", no a instancia de Podemos, en un "grupo de trabajo" para debatir y perfilar esta iniciativa. Sin embargo, Elbal, añaden las mismas fuentes, no fue avisada por el partido morado de que su texto se "colaría" (en palabras de Montero), a modo de 'corta y pega' en la famosa PNL, y lo que es peor, sin citar su autoría.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli