Está claro que el retraso y mala gestión, o falta de entendimiento, en las negociaciones para el nuevo concierto de Muface son una realidad. Las aseguradoras que dan asistencia al concierto (DKV, Asisa y Adeslas) tienen hasta el 5 de noviembre a las 10:30 horas para dar una respuesta sobre la continuidad en la mutualidad, como hemos informado aquí, y así de esta manera se mantendría el concierto.
En caso de que ninguna de ellas acceda a las condiciones que propone el Gobierno, Muface podría negociar con otras aseguradoras. Pero, si además de no llegar a un acuedo con las aseguradoras de ahora, ninguna otra entidad desea participar en el concierto, esto supondría el fin de Muface. Con esto, cerca de 1,5 millones de usuarios, en su mayoría docentes, tendrían que derivar su historial clínico a un seguro privado propio o a la sanidad pública.
¿Qué pasa si Muface desaparece y hay usuarios ingresados?
El pasado lunes el Gobierno publicó los pliegos de Muface en el Portal de Contratación del Estado. En ellos blindarían a los pacientes de la mutualidad por si no se llega a un acuerdo con las aseguradoras del modelo.
Lo primero de todo es que las aseguradoras no podrán dejar sin seguro privado a los pacientes de un día para otro en el caso de que estén ingresados o que estén embarazadas. Además, haciendo una revisión en los pliegos del concierto actual, el Ejecutivo actuó rápido, incluyendo el apartado de que "las entidades deberán seguir prestando la asistencia hasta el día en que se produzca el alta hospitalaria o se concluya la asistencia por maternidad, respectivamente".
Pero no solo eso, sino que, como se desprende en los pliegos, las aseguradoras de la mutualidad, independientemente de si renuvan o no, tendrán que proporcionar asistencia sanitaria hasta febrero de 2025.
Así se encuentran las negociaciones por el momento
Las negociaciones entre las compañias aseguradoras y la mutualidad comenzaron ya en verano, aunque desde el sector privado se consideraba que ya se empezaba tarde. No sería luego hasta principios de este mes, octubre, cuando el Gobierno presentaría la nueva oferta para la renovación del concierto: una oferta con un aumento de 14%.
Esa oferta fue vista con muy malos ojos por el sector privado, creyendo que no se estaba tomando en serio la gravedad de la situación, pues la cifra estaba muy por debajo de la propuesta de las aseguradoras, que se situaba cerca del 40% de aumento. Sería entonces cuando, tanto la sanidad privada como los sindicatos, tacharon al Ejecutivo de buscar deliberadamente el fin del concierto. Las tres entidades rechazarían la oferta.
Tras eso, el Ejecutivo reformuló su oferta, añadiendo una nueva subida y proponiendo un 17,1% extra. Las aseguradoras lo catalogaron de "insuficiente", aunque valoraron el esfuerzo del Gobierno en las nuevas condiciones.
Hasta el momento las aseguradoras no han dado una respuesta firme, pero sí han comentado que se encuentran "estudiando las nuevas condiciones", por lo que se espera que en los próximos días den su respuesta final.
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