En los próximos días, una nueva DANA amenaza con sacudir España y provocar una bajada notable de las temperaturas. La llegada de las primeras heladas del año parece ser inminente, y es necesario tener en cuenta algunos consejos para cuidar de coches y vehículos que 'duermen' en la calle. Son muchos los conductores que no cuentan con un garaje o lugar donde mantener su coche seguro y protegido de las inclemencias del tiempo, por lo que es normal que al ir al trabajo cada mañana, una capa de hielo recubra sus lunas y cristales. Pero, ¿cuáles son los mejores métodos para retirarla? ¿Qué es lo que nunca se debe hacer?
Los expertos dan algunas recomendaciones y hablan de formas seguras para retirar el hielo de vehículo. El primer método y más conocido es el uso de la clásica raqueta de plástico. Sus bordes protegidos tienen como objetivo evitar daños en el cristal, algo importante: utilizar instrumentos específicamente diseñados para esto puede evitar daños mayores. Además, si a esto se suma un líquido anticongelante, la labor pasa a ser mucho más sencilla.
Mezclar alcohol y agua a temperatura ambiente puede ser otra solución. Esto tiene su por qué: el grando de congelación del alcohol es más bajo, por lo que el hielo se deshará de forma más rápida y sencilla. Además, la mayor ayuda llega al encender el motor: poner la calefacción y la luneta términa acelera todo el proceso, aunque de igual forma puede llevar tiempo si la capa de hielo es fuerte y densa. En estos casos, es importante no ponerse nervioso: buscar otros métodos puede causar daños en el vehículo.
El método que debes evitar
Aunque parezca lógico el uso de los limpiaparabrisas para ayudar a retirar esta capa de hielo, lo cierto es que no solo no es demasiado efectivo, sino que lo normal es que esto dañe las escobillas. Esto podría provocar una menor efectividad de los limpiaparabrisas cuando de verdad sean necesarios, pero este no es el único gesto que se debe evitar a la hora de retirar esta capa de la luna del coche: hay un método que puede causar severos daños al vehículo, incluso llegando a agrietar el cristal.
Muchos conductores han llegado a esta conclusión: verter un líquido caliente en el hielo hará que este se descongele mucho más rápido. Pero la realidad es muy distinta. El uso de agua a altas temperaturas sobre los cristales provocará un choque térmico que puede tener como resultado la rotura de la luna. En algunos casos puede ser necesario el reemplazo de la pieza al completo, reparación que puede ir desde los 100 hasta los 600 euros en función del vehículo y las tarifas de los profesionales.