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Problemas a la vista para los consumidores de café: llegan malas noticias desde Brasil

El precio del café se dispara a máximos desde 2011 por la sequía en Brasil y se esperan más subidas para 2025

El precio del café sigue en una tendencia alcista que no parece tener freno. Las malas cosechas provocadas por la sequía en Brasil, el mayor productor mundial, han empujado los precios futuros del grano de arábica a máximos que no se veían desde 2011, afectando tanto a los consumidores como a las cadenas de suministro globales.

Según datos de Bloomberg, el café ha experimentado un aumento del 40% en lo que va de año, y las previsiones para 2025 no son alentadoras, lo que sugiere que este encarecimiento podría continuar en los próximos meses.

Un mercado en tensión: suben los precios futuros del café

Durante la última sesión, los precios futuros del café arábica subieron un 1,3%, alcanzando los 2,65 dólares por libra. Esta subida responde a la preocupación por la sequía extrema en Brasil, que amenaza con dejar daños duraderos en las plantaciones del país.

La sequía actual es la peor que Brasil ha sufrido en décadas, y ha llevado a los productores a revisar a la baja sus previsiones de producción para los próximos años. Ante este escenario, los mercados anticipan nuevas subidas de precios en 2025, ya que las condiciones meteorológicas extremas continúan perturbando la producción mundial de café.

El grano de arábica, uno de los más demandados en todo el mundo, no es el único afectado por esta disrupción en la cadena de suministro. El café robusta, otra de las variedades más populares, ha sufrido una subida todavía mayor, con un aumento de más del 77% en lo que va del año, debido a su escasez en el mercado. Esta presión ha derivado en un mayor consumo de arábica, acentuando el alza de sus precios.

Impacto global: de los supermercados a las cafeterías

Las consecuencias de esta escalada en los precios del café ya se están sintiendo en mercados clave como Estados Unidos y Reino Unido. Grandes distribuidores, como JM Smucker, propietaria de marcas populares como Folgers y Café Bustelo, han trasladado estos incrementos a sus productos, subiendo los precios para los consumidores.

De igual forma, Pret A Manger, la conocida cadena de restaurantes del Reino Unido, se ha visto obligada a suspender su programa de suscripción que permitía a los clientes disfrutar de hasta cinco tazas de café al día.

Este encarecimiento no solo afecta a las grandes marcas y cadenas, sino también a los pequeños comerciantes y cafeterías independientes, que se enfrentan al difícil dilema de subir sus precios o asumir pérdidas. El incremento de costes en las materias primas podría impactar directamente en el bolsillo de los consumidores, haciendo que productos como el café, una bebida esencial para millones de personas, se convierta en un lujo para muchos.

El efecto en la inflación de las bebidas

El café no es el único producto afectado por las inclemencias climáticas en Brasil. Otros alimentos, como el zumo de naranja y el chocolate, también han experimentado subidas significativas en sus precios debido a las mismas condiciones meteorológicas adversas que afectan a la producción agrícola en el país sudamericano. Estas subidas están contribuyendo al aumento generalizado de la inflación en las bebidas, un fenómeno que se espera que continúe en los próximos meses si las previsiones de producción siguen empeorando.

El cambio climático está ejerciendo una presión considerable sobre la industria alimentaria, donde las sequías, las temperaturas extremas y las tormentas cada vez más frecuentes están provocando disrupciones en la oferta de productos esenciales.

El caso del café es un claro ejemplo de cómo un fenómeno local puede tener repercusiones globales, y los expertos advierten que este tipo de situaciones podrían ser cada vez más comunes si no se implementan medidas para mitigar los efectos del calentamiento global.

¿Qué podemos esperar en el futuro?

Las previsiones para el futuro no son optimistas. Con las malas cosechas en Brasil y las proyecciones de más sequías a largo plazo, los expertos alertan de que los precios del café podrían seguir subiendo hasta 2025. Esta tendencia podría marcar un punto de inflexión en la forma en que los consumidores perciben el precio del café, especialmente en países que dependen en gran medida de las importaciones de este producto.

Para muchos analistas, el impacto de estos precios récord del café en la economía global podría ser considerable, afectando desde las cadenas de suministro hasta los patrones de consumo. A medida que más distribuidores y marcas ajustan sus precios al alza, es probable que los consumidores busquen alternativas más asequibles o reduzcan su consumo, lo que podría cambiar significativamente la dinámica del mercado.

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