Aunque ha intentado mostrarse comprensivo con los indignados, más ha podido su escepticismo que las buenas intenciones de un colectivo redentor. Esta semana, en las Palmas de Gran Canarias, el escritor peruano Mario Vargas Llosa ha advertido a los militantes del movimiento 15-M de las "derivas sumamente peligrosas" que suelen tener las "democracias de la calle".

"España es una democracia, una democracia funcional. Y la democracia tiene sus canales a través de los cuales se puede y se debe expresar la protesta, la crítica... Es peligroso que esas protestas se aparten de los canales propios de la democracia y se quiera entablar una democracia de la calle", ha señalado el Premio Nobel de Literatura a su llegada al Aeropuerto de Gran Canaria al ser preguntado por el aniversario del movimiento 15-M.

Vargas Llosa, que esta semana recibe sendos reconocimientos del Ayuntamiento y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha subrayado que pretender instaurar una "democracia de la calle" pueden conducir a situaciones "sumamente peligrosas para el futuro institucional, para la legalidad y para la auténtica libertad".

"Es peligroso que esas protestas se aparten de los canales propios de la democracia y se quiera entablar una democracia de la calle"

No obstante, el autor de "La ciudad y los perros" considera legítimo que los ciudadanos protesten e incluso comprende que, "en un período de grandes sacrificios" en España", los jóvenes y los profesionales recién formados que sufren la "enorme inseguridad por el riesgo del paro" estén indignados.

El escritor hispanoperuano también ha declarado su preocupación por el resultado obtenido en Grecia por el partido filonazi Amanecer Dorado, porque lo considera "un síntoma de algo que, por desgracia, está ocurriendo no solo en ese país, sino en otras partes de Europa".

En este contexto, ha hecho una cerrada defensa del proyecto de construcción europea, que ha traído al continente progreso, democracia y "60 años continuados de paz" por primera vez en su historia, por lo que cree preciso "salvar a Europa y mantener, en medio de la tempestad, la serenidad y el optimismo".