El premio fue instituido en 1979 por la familia Pritzker a través de su fundación Hyatt y tiene el propósito de honrar a un arquitecto vivo, cuyo trabajo demuestre talento, visión y compromiso, y haya producido contribuciones al enriquecimiento de la humanidad y al arte de la arquitectura. Actualmente está dotado con 100.000 dólares y un medallón de bronce.
Con 71 años, Ito se convertirá en el sexto nipón galardonado, consolidando a Japón como una potencia en arquitectura. Anteriormente lo recibieron Kenzo Tange (1987), Fumihiko Maki (1993), Tadao Ando (1995) y el equipo SANAA, formado por Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (2010).
El jurado destacó su capacidad para integrar la estructura, espacio y forma, su sensibilidad con el paisaje, la dimensión espiritual de sus diseños y la poética que transciende todas sus obras. También la atemporalidad de su obra con la que propone nuevos caminos y que proyecta un aire de optimismo, ligereza y alegría.
Después de más de 40 años de carrera, reniega de la llamada arquitectura de autor: “Es muy fácil creer que la arquitectura es algo artístico y personal, pero siempre trato de excluir este sentido personalista”. Para él, una vez terminado el edificio, este pertenece a la sociedad.
“No hay mejor arquitectura que la de un árbol”
Abandera una arquitectura orgánica que aplique a los edificios formas y estructuras que podamos encontrar en cualquier ecosistema natural. Realiza el ejercicio conceptual de integrar ser humano y arquitectura como partes de un todo identificado con la naturaleza. Mientras trabajaba en el proyecto de reconstrucción tras el terremoto de Fukushima le pidieron que definiese la arquitectura: “Arquitectura es crear un lugar capaz de unir los corazones de la gente”.
Busca en cada uno de sus proyectos las posibilidades del mismo así como del lugar en que se encuentra, según el mismo reconoce: “Diferentes circunstancias conducen a respuestas diferentes”, encontrándose libre de ataduras estilísticas.
Entre sus obras destacan la Torre de los vientos de Yokohama,la Mediateca de Sendai, un edificio de planta cuadrada con estructura arbórea yla Tienda Tod´s en el barrio tokiota de Omotesando, donde reinterpreta las siluetas de los olmos alineados a lo largo de la calle en la fachada de tirantes entrelazados de hormigón.
La huella española
Su presencia es habitual en España, contando con una delegación de su firma Toyo Ito & Associates Architects en Barcelona. Ha sido varios años finalista del Premio Príncipe de Asturias de las Artes y Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Sus obras salpican la geografía española, el Hotel Porta Fira, la Torre y la ampliación del complejo Fira y el Edificio Suites Avenue en Barcelona, el Parque dela Gavia en Vallecas, un conjunto de viviendas de VPO en Logroño o el frustrado proyecto del Parque dela Relajación de Torrevieja, del que solo se construyó una de las edificaciones y se encuentra en estado de abandono.