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Blanca Cabañas, la maestra que llevó a la literatura la historia fenicia de Chiclana: "La avaricia puede destruirnos"

'El hambre del pelícano' es ventana a la historia y mitología menos conocida de Chiclana. De esta forma, la autora Blanca Cabañas revela cómo su deseo de mostrar una faceta desconocida de su ciudad fue el motor que impulsó la creación de esta obra

Blanca Cabañas, 'El hambre del pelícano' VP

Blanca Cabañas (Chiclana de la Frontera, Cádiz, 1991) no es solo una escritora emergente, sino también maestra de educación especial y pedagoga. Su amor por su tierra natal y su pasión por la historia han dado como resultado su más reciente obra, 'El hambre del pelícano', una novela que mezcla la riqueza cultural de Cádiz con el thriller psicológico.

'El hambre del pelícano' no es solo un título llamativo; es una ventana a la historia y mitología menos conocida de Chiclana y de la región gaditana en general. Blanca Cabañas revela para Vozpópuli cómo su deseo de mostrar una faceta desconocida de su ciudad fue el motor que impulsó la creación de esta obra.

"Yo quería contar de Chiclana lo que pocos se paran a conocer cuando visitan la ciudad o acuden a disfrutar de su playa. Mis historias beben de una fuente de conocimiento, y esta, en concreto, nace del origen fenicio de Cádiz y de las leyendas que circulan alrededor del santuario de Melkart, un santuario fenicio cuya ubicación a día de hoy sigue siendo desconocida", explica Blanca. Esta estructura ancestral no solo es un elemento histórico, sino que se convierte en un personaje más de la novela.

La conexión de Blanca con su tierra no se limita a un simple amor por el paisaje. Su interés por la historia y la arqueología de la región la llevó a investigar a fondo los hallazgos arqueológicos que han aparecido en la zona de Sancti Petri, un lugar que fue clave en el desarrollo de la novela.

"En el caño de Sancti Petri, a partir del año 84 y a causa de una draga de arena que removió un depósito de exvotos, aparecieron unas estatuillas fenicias que daban culto a Melkart, una deidad fenicia. El lote más copioso de estas estatuillas se encuentra en el Museo de Cádiz. Son importantes porque albergan un gran valor histórico y económico", narra la autora. Este descubrimiento, que forma parte del patrimonio histórico de la región, se convierte en el eje central de la trama.

Castillo Sancti Petri

Situar la novela en Chiclana y los acantilados de Sancti Petri no fue una elección aleatoria para Blanca. La autora confiesa que la autenticidad es clave en sus historias, y escribir sobre un lugar que conoce tan bien le permite transmitir esa verdad a sus lectores. "Escribir historias que transcurren en Chiclana me permite hacerlo con la verdad por delante, siendo conocedora de la forma de vida de su gente, sus escenarios y sus creencias", explica Cabañas.

El origen del título de Blanca Cabañas: más que un simple nombre

Los títulos de las novelas de Blanca no son meras etiquetas; son pistas cuidadosamente escogidas que llevan a los lectores a desentrañar su significado a lo largo de la historia. 'El hambre del pelícano' no es una excepción. La autora confiesa que disfruta jugando con la curiosidad de los lectores, haciéndoles preguntarse qué relación tiene el título con los eventos que se desarrollan en la trama.

"Me gusta esconder detrás del título el concepto de la novela, la justificación que utilizan los personajes de sus actos más macabros. Con mi primera novela ya lo hice, fue una información con la que tropecé y en esta segunda ha sido buscado", detalla Cabañas.

Personajes impulsados por creencias y supersticiones

En 'El hambre del pelícano', Blanca Cabañas construye un universo donde la mitología, la tradición y la superstición juegan un papel fundamental. Los personajes, nacidos y criados en el antiguo poblado pesquero de Sancti Petri, son fieles creyentes en la gracia y el poder de Melkart. Esta devoción los lleva a tomar decisiones que no solo afectan sus vidas, sino también el curso de la historia.

"En mis novelas siempre construyo personajes que, guiados por sus creencias, son capaces de todo. En 'El hambre del pelícano' hay mitología, tradición y superstición. Los personajes que crecieron en el antiguo poblado pesquero de Sancti Petri, amparados por la gracia del dios Melkart, creen en su energía y en su poder, y harían cualquier cosa por proteger sus vestigios", comenta Blanca.

"La avaricia puede destruirnos y así lo hace con aquellos personajes que juegan a atesorar el exvoto. Es una emoción universal, corrosiva y sinuosa y saca la parte más miserable del ser humano"

Blanca Cabañas es perfeccionista, y eso se refleja en la minuciosa investigación que realizó para 'El hambre del pelícano'. La autora no dejó piedra sin mover en su búsqueda de precisión histórica, un proceso que describe como uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado en su carrera.

"Ha sido mi gran reto en esta novela. Soy muy perfeccionista, de esta historia tengo en mi ordenador cuatro o cinco borradores. Del primer borrador a lo que finalmente ha sido 'El hambre del pelícano' hay mucho trabajo", señala Blanca. Para asegurarse de que cada detalle fuera exacto, consultó a la Guardia Civil, a profesionales del Museo de Cádiz y hasta tuvo acceso al taller donde se restauran piezas arqueológicas.

La evolución de Luz: reflejo de la vida real

Uno de los personajes centrales de la novela es Luz, cuya evolución a lo largo de la historia refleja las propias vivencias y observaciones de Blanca. La autora se asegura de que sus personajes no sean planos, sino que evolucionen y cambien a medida que la historia avanza, tal como ocurre en la vida real.

"Realmente estoy en todos y en ninguno a la vez. Mis personajes son un reflejo de lo que yo vivo, observo o me transmiten otras personas. Siempre cuido que sufran una evolución en la novela, como también ocurre en la vida real", explica Cabañas. Esta atención al desarrollo de los personajes es lo que permite a los lectores conectar con ellos a un nivel más profundo, sintiendo sus dudas, sus miedos y sus transformaciones.

La relación entre Luz y Rodrigo, otro de los personajes principales, está marcada por la desconfianza, un tema recurrente en la novela. Blanca confiesa que disfrutó mucho desarrollando a Rodrigo, un personaje complejo que, a pesar de sus malas decisiones, logra ganarse la empatía de los lectores.

"He disfrutado mucho con Rodrigo, el marido. Creo que es el personaje más complejo y que sufre una evolución más potente", comenta la autora. Por otro lado, Alfredo, un joven con baja autoestima y pocas habilidades sociales, se convierte en un pilar en la búsqueda de la verdad, añadiendo otra capa de misterio a la trama.

La avaricia es un tema central en 'El hambre del pelícano', representando la fuerza que transforma a los personajes y los lleva a tomar decisiones cuestionables. Blanca utiliza esta emoción para explorar la parte más oscura del ser humano, mostrando cómo la posesión puede cambiar radicalmente el destino de una persona. "La avaricia puede destruirnos y así lo hace con aquellos personajes que juegan a atesorar el exvoto. Es una emoción universal, corrosiva y sinuosa y saca la parte más miserable del ser humano", explica Blanca.

La construcción del suspense: un arte en sí mismo

Crear suspense no es tarea fácil, y Blanca lo sabe bien. Desde el inicio de la novela, la autora sumerge a los lectores en una atmósfera de tensión, manteniéndolos cautivos mientras las piezas del rompecabezas se van revelando poco a poco.

"En esta novela el inicio es muy atractivo. Ya apenas en el prólogo se vive la precipitación en primera persona de la víctima. Es muy atrayente para el lector comenzar así, pero para mí, fue todo un reto, pues tenía que mantener ese misterio durante toda la historia e ir in crescendo", confiesa Cabañas.

La mitología no es solo un telón de fondo en la novela de Blanca; es un elemento central que eleva la trama y la distingue de otros thrillers. Al introducir elementos mitológicos en su narrativa, Blanca ofrece a los lectores una experiencia rica en cultura e historia, además de la emoción y el suspense típicos del género.

"Me gusta, además, mostrar un mundo diferente que a mí por algún motivo me ha impactado y quiero compartir con mis lectores. La mitología eleva el nivel de la lectura porque además de ocio y distracción, muestro otra parte menos conocida de Chiclana", explica la autora.

Un mensaje para los lectores

Al final, lo que Blanca Cabañas espera de 'El hambre del pelícano' es que sus lectores no solo disfruten de una buena historia, sino que también se lleven consigo un mensaje importante sobre la responsabilidad y las consecuencias de nuestros actos, especialmente cuando se trata de patrimonio cultural.

"Espero que después de leer la novela sepan perfectamente cómo actuar si se encuentran una pieza arqueológica y los peligros que alberga no hacerlo", concluye la autora. Blanca Cabañas no solo ha escrito una novela intrigante, su combinación de thriller, mitología e historia local, es un testimonio de su habilidad como escritora y su profundo amor por la cultura de su tierra natal.

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