Una de las propuestas veraniegas en el terreno de la comedia española de este 2024 es Tu suegra o la mía, una guerra de contrastes provocada por la desconfianza y que esboza algunos de los puntos débiles del ser humano. Chus Gutiérrez, directora de películas como Retorno a Hansala (2008) o De Caperucita a loba (2023), es la responsable de esta cinta, protagonizada por Carmina Barrios, Salva Reina, Paulina Goto y Patricia Bernal. La realizadora ha hablado con Vozpópuli con motivo de este estreno en los cines.
Pregunta: ¿Cómo te gusta describir esta película, esta guerra entre dos suegras?
Respuesta: La película habla de la incapacidad para confiar en el otro porque es diferente. Estas dos mujeres, que son muy distintas, tanto económica como culturalmente, tienen una incapacidad de confiar entre ellas. De alguna manera también habla de esto que ocurre con las familias políticas, que tienes que asumir pero que a la mínima fractura no hay mucho detrás.
P: Es gracioso también cómo estas madres proyectan en sus hijos lo que no han tenido o lo que desean. ¿Es habitual querer que los seres queridos tengan lo que uno no ha podido lograr?
R: Es una actitud un poco inmadura, pero es verdad: quieres que los errores que has cometido no los cometan tus hijos, algo un poco imposible de hacer porque cada uno tiene su camino y el conocimiento no se puede inocular, de momento, sino que hay que transitarlo.
P: ¿Has recurrido a alguna experiencia graciosa de tu círculo cercano para esta película? ¿En qué medida has recurrido a anécdotas de familiares o conocidos?
R: Mi aportación en la película es el punto de vista, pero no hay mucho de mis experiencias. Hay de mi mirada sobre el mundo, la cosa un poco loca, los personajes, pero personalmente no. Me casé una vez, pero a mí el matrimonio no me ha seducido demasiado. Me he centrado en el guion y en la historia.
"Carmina Barrios es una fuerza de la naturaleza que te lo da todo, eso sí, tiene una generosidad aplastante"Chus Gutiérrez, directora
P: Carmina Barrios es una actriz que tiene una presencia especial y que se sale de los cánones de las actrices habituales. ¿Cómo describes la experiencia de trabajar con ella?
R: Carmina Barrios es increíblemente poderosa, pero claro, no es una actriz al uso, es una actriz natural. Entonces, trabajar con ella, si le das un monólogo te lo borda, pero trabajar con otros actores en secuencias donde hay siete personajes hablando ha sido complicado, para ella y para todas. Ha sido difícil, aunque estamos muy orgullosas del resultado. Hablamos de una mujer que no ha empezado a actuar a los 20 años, sino a una edad adulta, y tampoco tiene una formación. Es muy diferente trabajar con actores que saben perfectamente lo que es un pie (cuando terminas una frase y empieza el otro), o que entiende la luz o el movimiento. Carmina es una fuerza de la naturaleza que te lo da todo, eso sí, tiene una generosidad aplastante.
P: En la película hay una broma, un chiste interno para la profesión, en la que la actriz a la que contrata una de las protagonistas, que en la ficción fue ganadora del Goya a la mejor actriz revelación en el pasado. ¿Hay un falso glamur, un espejismo de una profesión que vive de una manera más precaria de lo que parece?
R: Nuestra profesión es muy difícil, siempre estamos en una situación en la que no sabes dónde estás, es complicado, y ser actriz todavía más. En el caso de las mujeres, la edad es algo que condiciona muchísimo la carrera de una actriz. Todo esto lo trabajé mucho con Montse Alcoverro, la actriz, porque ella aportó mucho a su papel. Fue muy bonito el trabajo con ella.
P: Como veterana en esta profesión, ¿cómo ves el panorama del cine, en el que las plataformas hace no tanto tiempo que cambiaron las reglas del juego, y especialmente ahora que se habla de una crisis de la exhibición en las salas?
R: Ha cambiado todo muchísimo, la gente cada vez va menos al cine, pero me parece normal, porque la oferta en casa es brutal, no solo por la comodidad. Ir al cine cuesta dinero, tienes que moverte físicamente, así que es normal. Lo que ahora pasa en las salas es que la exhibición se centra en la película que se cree que va a dar el éxito, hay ahora mismo pantallas en cines que se proyecta en cinco salas a la vez. Creo que tiene todo que ver con la globalización, que al principio parecía que era un término ahora es una realidad. La riqueza se concentra más en lo que se sabe que va a funcionar, y eso lo que hace es que quita diversidad. Cada vez tenemos un cine más industrial, cada vez hay menos cine de autor, menos películas arriesgadas porque se sabe que en taquilla no van a funcionar, y eso ha cambiado totalmente el panorama del cine que podemos ver en las salas.
P: ¿Tienes la sensación de que hay más uniformidad, un cine menos plural?
R: A nivel del gran público, sí. La masa del público que va al cine, en el caso, por ejemplo, de Padre no hay más que uno, se sabe que en verano van los padres y los niños, es como la película para la que se reservan y van todos a verla. Se concentran mucho los espectadores en un tipo de cine más comercial y multitudinario. En el cine español se hacen muchas comedias porque se sabe que es lo que funciona en las salas.
P: Desde hace unos años ha mejorado el sistema de puntos de las cineastas mujeres. ¿Qué falta por hacer por parte de las instituciones? ¿Te gustan las cuotas?
R: Las cuotas me parecen imprescindibles en un momento en el que no hay igualdad. Si hubiera igualdad, genial, pero no la hay. Yo soy socia fundadora de CIMA y el trabajo que se ha hecho desde la asociación era para llegar a una situación que sea más igualitaria, y si no estamos en ella hay que poner en marcha políticas de este tipo. Lo que ha demostrado el cine en este sentido es que es imprescindible tener más miradas, no puede ser que el cine que teníamos fuera un 80% hecho por hombres y que solo tuviéramos un 20% hecho por mujeres. Tener un cine con más miradas de las mujeres que formamos parte de la sociedad, que podemos contar nuestras historias, es fundamental para la diversidad, para ver que hay muchas maneras de entender la vida.
Playero
Y cada vez el cine español es peor y está más politizado e ideologizado.
Auraz
Vamos a ver, el solo hecho de que Carmina Barrios esté en un reparto es motivo más que de sobra para que nadie vea la película; el comportamiento de esta señora es, en esencia, lo soez, lo vulgar, lo cutre concentrado en una persona y que se perpetúa, por desgracia en la estirpe de supuestos actores que ha dejado. El ¿cine? español es normal que no tenga espectadores; y no le hace ningún favor toda la caterva de la ceja que siguen como papagayos los dictados de la izquierda totalitaria. Y en cuanto a cuotas, perdóneme pero por ser mujer no se hacen mejor las cosas; tendrá que estar quien lo merezca sea hombre y mujer. En fin, el mismo relato podrido de siempre. Todo esto dicho en ejercicio de mi derecho de expresión y de opinión, que quede claro...
unidospode0S
Está bien que los propios directores/as reconozcan la evidencia. Y es una evidencia porque basta con hacer memoria para darse cuenta de que una película como esta o por decir algo "mi abuelo se casa", "mis nietos en la piscina", "amor verdadero", "los niños se divierten mucho", etc, no los firmarían ni por asomo directores de hace tan solo una década. La inundación de cine asiático, woke y demás se describe sin necesidad de una "entrevista". Lo que parece mentira es que esta entrevista aparezca en el mismo periódico en que su director lanza una carta clarificadora.