Cristina Prieto Solano (1994, Ferrol), autora gallega conocida en redes como Nana Literaria, vuelve al panorama editorial con 'Loco por ella', su nueva novela que, a diferencia de sus anteriores historias románticas de tono ligero y cómico, nos ofrece un relato profundo y emotivo, con una compleja dinámica familiar de fondo. Al igual que en 'Puntuando el amor', Prieto decide narrar esta historia desde la perspectiva de su protagonista masculino, Mateo, un joven enredado en un amor prohibido que le hace cuestionar sus valores y replantearse los límites de sus propios deseos.
Con más de quince años de carrera y su primer libro publicado a los 15 años, Prieto ha recorrido una trayectoria notable, que incluye varios éxitos en el género de romance contemporáneo. Pero en esta ocasión, nos ofrece un cambio de tono y enfoque que ella misma describe como “más íntimo, más reflexivo”. En 'Loco por ella', Mateo se convierte en una representación de las luchas internas que todos enfrentamos al enamorarnos: un sentimiento que Prieto explora en profundidad y sin perder la autenticidad que caracteriza sus personajes. "Este es el libro en el que más he profundizado en el amor que siente el protagonista", comenta.
El enfoque masculino como un desafío creativo
En su entrevista, Prieto explicó para Vozpópuli el motivo detrás de narrar una historia de amor desde el punto de vista de Mateo, el protagonista masculino: "Quería seguir con el punto de vista masculino, porque en 'Puntuando el amor' había llamado mucho la atención y fue una experiencia que me gustó mucho". La autora comenta que este enfoque le permitió explorar una perspectiva menos frecuente en las historias románticas, donde suelen predominar los puntos de vista femeninos o duales. Para Prieto, narrar desde la mente de un hombre como Mateo no es solo un reto creativo, sino también una manera de ofrecer a los lectores un acceso a las emociones y pensamientos de un “tío muy tío”, como ella lo define, un personaje al que califica de "canónicamente masculino".
Prieto asegura que este interés nació de observar su propio entorno. “Siempre he tenido mucha curiosidad por entender cómo es crecer siendo canónicamente masculino… y he querido hacer un tío ‘canónicamente tío’”, explica la autora. Esta aproximación es, a su vez, una forma de escapar del estereotipo del “chico perfecto” y crear a alguien con quien los lectores puedan identificarse: “No un tío de estos maravillosos que escribimos a veces las mujeres, que en realidad son tías con nombre de chico”, dice.
El amor prohibido como dilema central: explorando las complejidades emocionales de Mateo
La historia de Mateo y Paula se sitúa en un contexto emocionalmente desafiante. Mateo ha vuelto a Madrid después de una relación fracasada en Roma que lo ha dejado vulnerable y desorientado. Sin embargo, Paula, la mejor amiga de su hermano Nico, es la única persona que logra despertarle algo diferente, una chispa que lo inquieta, pero que, al mismo tiempo, sabe que no puede encender. Y es que Paula no es una chica cualquiera; ella es, ni más ni menos, la mujer de la que su hermano pequeño está enamorado. “Mateo nunca había mirado a una misma chica dos veces, hasta que conoció a Paula. Y cuando está a punto de dar el paso, Nico le confiesa que está enamorado de ella. Es entonces cuando Mateo decide irse a estudiar a Roma y apartarse de esa situación”, relata Prieto.
Prieto asegura que Mateo es un reflejo de las dudas y dilemas que todos enfrentamos en nuestras relaciones. “Mateo reflexiona mucho sobre los esfuerzos que hacemos para las personas a las que queremos… si él es capaz de darlo y, sobre todo, si le merece la pena”. Este cuestionamiento es, según Prieto, uno de los aspectos con los que más pueden identificarse los lectores, y aporta una dimensión realista y honesta a la historia.
Es en esta situación donde Prieto encuentra un espacio perfecto para ahondar en el dilema moral que enfrenta el protagonista. A través de Mateo, la autora explora el difícil equilibrio entre el deseo y los principios. “En 'Loco por ella', la lealtad de Mateo a Nico es el principal impedimento para el romance, así que diría que no es solo que juegue un papel, sino que es el papel protagonista”, afirma Prieto. En este sentido, Mateo representa la tensión entre la lealtad familiar y el deseo personal, lo cual permite al lector reflexionar sobre los sacrificios que a veces exige el amor.
De la comedia a la introspección en 'Loco por ella'
Los lectores que conocen a Prieto por sus historias románticas cargadas de humor y situaciones cómicas encontrarán en 'Loco por ella' una sorpresa. Aunque Prieto asegura que el tono de la historia es más serio e introspectivo, sus lectores han notado que el humor se cuela en ciertas escenas, un toque característico que parece inseparable de su estilo. “Pensaba que era un libro con el que no te reías nada, que me había puesto seria de verdad, y me están diciendo que tiene partes graciosas. Supongo que en el fondo, no puedes quitar la comedia de la escritora de comedia”, admite con una sonrisa. No obstante, Prieto aclara que el humor en 'Loco por ella' es diferente; surge en momentos muy puntuales y, aunque aligera la narrativa, no resta intensidad a los dilemas morales y emocionales que enfrenta Mateo.
La decisión de adoptar un tono más serio fue una consecuencia del propio desarrollo de la historia. Prieto explica que, en un principio, tenía la intención de escribir otra comedia romántica, pero a medida que avanzaba en el proceso, se dio cuenta de que la historia “no llamaba a eso”. En cambio, encontró un tono más íntimo y reflexivo que se alineaba mejor con las experiencias emocionales de Mateo y su lucha por mantener sus principios ante el amor.
A lo largo de su carrera, Cristina Prieto ha mostrado una clara evolución en su forma de representar el amor y los personajes románticos. La autora señala que ya no se interesa por romances tóxicos y que prefiere retratar relaciones sanas y honestas. En 'Loco por ella', este enfoque se refleja en el dilema interno de Mateo, quien lucha por equilibrar sus propios sentimientos con el respeto a los deseos y sentimientos de su hermano. “Ya no me van los romances tóxicos, no me gusta nada romantizarlo”, comenta la autora, dejando claro que su visión del amor se ha transformado con el tiempo. Asimismo, Prieto aborda un aspecto del amor que pocas veces se ve en las novelas románticas: el sacrificio silencioso. En la novela, Mateo regresa a Madrid con el deseo de reconectar con su hermano Nico, de quien se ha distanciado durante su estancia en Roma. Sin embargo, sus sentimientos por Paula, sumados a su amor fraternal, le plantean un dilema que no tiene solución fácil.
Para los lectores que hayan disfrutado de 'Puntuando el amor', encontrarán un agradable guiño en 'Loco por ella'. Uno de los personajes secundarios favoritos de la novela anterior, Álvaro, vuelve en esta nueva historia, ahora con su propia trama romántica. Esta conexión no es casual; Prieto menciona que le gusta crear "universos narrativos” en los que los personajes puedan reaparecer e interactuar en diferentes historias, de manera que se genera una continuidad que aporta familiaridad al lector. “No quería que fuera obligatorio (ni recomendable, siquiera) leer 'Puntuando el amor' para disfrutar 'Loco por ella'… Pero me pareció divertido meter a Álvaro y darle por fin su propia trama romántica”, cuenta la autora.
Desde que publicó su primer libro, Cristina Prieto Solano ha evolucionado en su forma de escribir romances y de representar las relaciones personales. La autora confiesa que sus inicios estuvieron marcados por romances juveniles que incluían elementos de “romanticismo tóxico”, un enfoque que ha cambiado con el tiempo. Ahora, en palabras de Prieto, le interesa retratar “el amor lo más sano posible”. Con cuatro publicaciones previstas para el próximo año, Prieto continúa su carrera literaria con entusiasmo. Entre estos proyectos se incluye una bilogía de romance juvenil, un libro de no ficción y la reedición de una de sus primeras obras.
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