El proyecto es un viejo anhelo de Gerard Mortier. Él mismo lo anunció hace unos meses, poco antes de abandonar su puesto como director del Teatro Real de Madrid. Lo definió entonces como uno de sus proyectos más personales: el estreno mundial de la versión operística de Brokeback Mountain hecha por Charles Wuorinen, que verá luz este martes 28 de enero en el escenario del coliseo madrileño.
Ya entonces el propio Wuorinen advirtió que su adaptación no tenía "nada que ver" con la película de Ang Lee, y sí con el relato original de Annie Proulx que sigue la relación homosexual de dos vaqueros a lo largo de 20 años. Y así lo repitió este lunes la propia Annie Proulx este lunes durante la presentación de la ópera en rueda de prensa. Luego de un proceso de trabajo conjunto, Charles Wourinen alteró algunos detalles de su relato original. Introdujo así nuevos personajes y añadió texto para el coro.
Proulx (ganadora del premio Pulitzer en 1993 con la novela The Shipping News) resalta en esta historia el contexto rural opresivo de los pueblos atrapados por la grandiosidad, la dureza y la incomunicación de las montañas, al tiempo que destaca la hosquedad de los dos atormentados y enamorados protagonistas, dos hombres rudos incapaces de expresar y asumir sus sentimientos y emociones.
La historia retrata la hosquedad de los dos atormentados y enamorados protagonistas, dos hombres rudos incapaces de expresar y asumir sus sentimientos y emociones.
La autora ha querido aclarar que la premiada película de Ang Lee (ganadora de 3 Oscar y 4 Globos de Oro, entre otros muchos galardones) "no ha tenido influencia" sobre esta "ópera fuerte", que recurre a las proyecciones en vídeo para recrear el paisaje de las duras montañas de Wyoming (Estados Unidos) donde se desarrolla la historia.
A este respecto, el director de Escena, Ivo van Hove, ha admitido que es "difícil reproducir en un escenario algo tan agreste como estas grandes montañas", por lo que decidieron "ir directamente a Wyoming y grabar en vídeo los paisajes del entorno original donde se desarrolla la trama". "Un paisaje inhóspito y peligroso, no tan placentero como el que se retrata en el cine", ha destacado. Ivo van Hove ha añadido que la película y el montaje operístico "son totalmente diferentes" y "no tiene sentido compararlas".
Gerard Mortier, quien estuvo presenta en la presentación, señaló que este montaje va dirigido a un "público liberal que no solo busca divertimento.
Gerard Mortier, quien estuvo presente en la presentación, señaló que este montaje va dirigido a un "público liberal que no solo busca divertimento, sino también reflexiones sobre los grandes temas". "Por eso con esta obra (un encargo del propio Mortier a Wuondier) se trata de crear un debate y conseguir que el público tenga una actitud más tolerante, pues hay mucha gente que vive bajó el tabú de su sexualidad. Pero esta es una reflexión amplia sobre la sociedad y la condición humana", ha explicado.