Los museos están viviendo una época convulsa a causa de los ecologistas que tantos titulares están acaparando en las últimas semanas. Sopas de tomate a los girasoles de Van Gogh y a la 'Joven de la Perla'; purés de patatas sobre cuadros de Monet o tartazos a la figura de cera de Carlos III; y, la última, la acción de dos activistas en el Museo del Prado de Madrid, pegándose a los marcos de 'Las Majas' de Goya con pegamento... son solo algunos de los ataques de los polémicos ecoactivistas que tanto han dado de qué hablar últimamente. Aunque por desgracia es posible que dentro de poco nos terminemos acostumbrando a la provocación de todos estos grupos comprometidos con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, hay una realidad que, sin ningún género de duda, seguirá generando sorpresa: quiénes son los "salvavidas financieros" de gran parte de los grupos ecologistas.
Un artículo publicado por The New York Times este pasado mes de agosto revela, probablemente para pasmo de la mayoría de la sociedad, que detrás de muchos de ellos se encuentran herederos de dos familias estadounidenses que se hicieron ricas gracias al petróleo. Concretamente, de los Rockefeller y los Getty. Hijos y nietos de estos millonarios petroleros quieren lavar su conciencia del daño provocado al medio ambiente por sus antepasados. O bien, simplemente quieren hacer negocio y han encontrado en el ecoactivismo una gran oportunidad, siguiendo la tendencia familiar.
Para entenderlo, hay que hacer una radiografía del funcionamiento de estos grupos de protesta. Las decenas de pequeñas y medianas asociaciones ecologistas que están tratando de concienciar al mundo de la necesidad de un cambio inmediato y radical para salvar el planeta están financiados principalmente por dos grandes organizaciones sin ánimo de lucro: el Fondo de Emergencia Climática y la Campaña Ecuación.
A su vez, estas dos organizaciones, que sostienen docenas de asociaciones ecoactivistas que actúan principalmente en Estados Unidos, Canadá y Europa, están sustentadas económicamente con el dinero de los hijos de estas dos grandes familias petroleras de Estados Unidos, por paradójico que parezca.
El Fondo de Emergencia Climática, fundada en California en el año 2019 con "el espíritu de que la resistencia civil tiene que ser integral para lograr los rápidos cambios sociales y políticos generalizados necesarios para enfrentar la crisis climática", ha recibido desde el año de su fundación hasta un millón de dólares de parte de Aileen Getty, nieta del fundador de Getty Oil, una de las grandes compañías petroleras estadounidenses.
Por su parte, la Campaña Ecuación se fundó en el 2020 y brinda apoyo financiero y defensa legal a las personas que viven cerca de oleoductos y refinerías, intentando detener la expansión de los combustibles fósiles, a través de métodos que incluyen, incluso, la desobediencia civil. Esta asociación nació con el salvavidas financiero de nada más y nada menos que 30 millones de dólares, que se irán distribuyendo a lo largo de 10 años, entregados por dos miembros de la familia Rockefeller (Rebecca Rockefeller Lambert y Peter Gill Case), herederos de John D. Rockefeller, fundador de Standard Oil allá por el año 1870 y primer multimillonario del país.
Proyectos ecologistas financiados por herederos de familias petroleras
Son muchos los proyectos apoyados por alguna de estas dos organizaciones. Entre los que destaca el diario estadounidense se encuentra el grupo canadiense Save Old Growth, que bloquea caminos para impedir la tala de bosques antiguos en Columbia Británica y recibió 170.000 dólares del Fondo de Emergencia Climática; el británico Just Stop Oil (autores de los ataques a 'Joven de la Perla' o a los girasoles de Van Gogh, entre otros), que fue dotado con un millón de dólares por parte del mismo grupo; o el pago de 100.000 dólares para los 1.000 científicos que se encadenaron a las puertas de la Casa Blanca.
También la Campaña Ecuación ha sostenido cientos de proyectos y movimientos ecologistas, como los 400.000 euros que le ha dado al grupo Honor the Earth, que lleva siete años luchando contra el oleoducto de la Línea 3 en Minnesota.
Romano
Las familia citadas, casualmente, son judías. Quizá tengan interés en atacar a la OPEP en la que está Rusia y países árabes, que son los que mandan en ese sector. Concretamente Arabia Saudí. O por el contrario, quieren desprestigiar a los grupos ecologistas. Con esos millonarios caprichosos cualquiera ata cabos.
chany
Es un pasatiempo para ellos y sin duda estos millonarios tendrán una secreta (para nosotros) forma de incrementar su fortuna. Dan asco, seguro que ellos no usan coches y se alumbran con velas, verdad?
pancho
Muy verosímil : hay ser ser piprogre millonario para ser tan ecolojeta. En España tenemos a una rica heredera- banquera-feminista en las mismas disposiciones filosóficas. Y en Monaco, los millonarios Grimaldi.