Comienza la segunda semana de septiembre, que cumple su siguiente hoja en el almanaque de las novedades del otoño. Algunos de los libros de prosa literaria aquí citados están por llegar a las librerías, otros, en cambio, imprimen su segunda edición con velocidad de vértigo, este es el caso de El rey recibe(Seix Barral), la más reciente novela de Eduardo Mendoza. Ambientada entre los Estados Unidos y la Barcelona de 1968, el libro narra la peripecia del periodista Rufo Batalla, quien debe cubrir la boda de un príncipe en el exilio con una bella señorita de la alta sociedad. A partir de ese hecho, Mendoza propone una fotografía del ambiente gris y plúmbeo del franquismo en oposición a la Nueva York de aquella década.
Otra novela merece atención. Por si resulta de interés, habría que decir que su autora visita Madrid esta semana. Se trata de Lisa Halliday con Asimetría(Alfaguara), una historia acerca de los desequilibrios sobre los que se sostienen muchas relaciones sentimentales: edad, sexo, formación cultural o raza. Ganadora del Writing Award 2017, el libro ha acaparado especial atención de la crítica por un elemento que excede lo literario: Lisa Halliday sostuvo una relación sentimental con el escritor Philip Roth en los últimos años de vida del norteamericano. Él es Ezra, el novelista que entabla una relación con una joven agente literaria en la que Halliday se juega la carta de autobiografía. Enmascarada en la ficción, Halliday cincela el abismo que separa a los que se marchan de la vida y los que llegan a ella; a los que aman y a los que se dejan amar. Una novela escrita con una prosa magra y diálogos efectivos. Una historia de la que cuesta salir ileso, acaso por su profunda sensación de desapego, ese poso en el que se desean no sólo un hombre que ha vivido y una mujer que desea vivirlo todo, sino todos aquellos que se reparten desigualmente a ambos lados de una línea.
El sello independiente Acantilado recibe septiembre con una de las mujeres escándalo más potentes de la literatura francesa. Una enorme escritora que coqueteó con el espectáculo, la frivolidad y la bohemia. Alguien que se casó tres veces y pavoneó su bisexualidad como un instrumento de provocación. Ésa es Colette y su Chéri,una novela publicada en 1920 -mucho después de su saga de Claudine- y en la que narra la relación entre Léa de Lonval, una atractiva mujer, y Fred Peloux, un joven apuesto, ensimismado y consentido a quien ella llama Chéri y del que se ha convertido en una institutriz sentimental. A partir de ese romance, que acabará por el matrimonio de Peloux, Colette da cuenta de las tensiones de la seducción y relativiza los tópicos sobre lo femenino y lo masculino.
Libros del Asteroide publica Prestigio, la novela que cierra la trilogía de la canadiense Rachel Cusk y de la que forman parte A contraluz (2014) y Tránsito (2016). Aunque su lectura puede hacerse de forma independiente, las tres comparten a la misma protagonista: Faye, una mujer como Cusk, de mediana edad, escritora y madre recién divorciada. Este trasunto de sí misma la colocó en el centro de la literatura de autoficción, corriente de la que forman parte Karl Ove Knausgaard y Sheila Heti. Estas novelas breves, pero igualmente fulminantes, la han distinguido según la crítica anglosajona como una de las renovadoras de la novela contemporánea. En esta ocasión, Faye, que viaja a Europa para promocionar su más recuente libro, escucha a su vecino de vuelo. El encuentro entre ambos viajeros, gente de paso, sirve para asomarse a los grandes conflictos individuales: la familia, el amor o la política.
Otro libro anglosajón tiene especial interés: La canción de los vivos y los muertos (Sexto Piso), de Jesmyn Ward, la primera escritora en la historia de Estados Unidos que ha ganado el National Book Award en dos ocasiones. La segunda con este libro y la primera con Quedan los huesos, en 2011. En estas páginas, a través de la historia de una familia negra en una granja en la costa del golfo de Misisipi, Ward narra el conflicto racial que aún late en Estados Unidos, aquello que Margaret Atwood describió como el corazón insepulto de la pesadilla americana. Se trata de una novela de pérdida, una tragedia que revisita el universo que inauguró William Faulkner y que Flannery O’Connor y Toni Morrison continuaron en su trabajo literario.
El sello independiente Rata recibe el otoño con En las ciudades escondidas, el primer libro de relatos de Natàlia Cerezo, un volumen por el que la editora Iolanda Batallé ha apostado con fuerza. Se trata de quince historias con las que Cerezo levanta un universo esencial, mínimo, que podría permanecer en la clave de la iniciación literaria, de no ser porque hay una fuerte vocación estética que sujeta y armoniza estos cuentos. Estampas mínimas, que se valen de aquello que parece intrascendente -Gato, Septiembre, No, Corazón y, sobre todo,Incendio y ¿Cómo puede ser que este hombre sea mi padre? - para dotarlo de raigambre en su prosa, en la que resuena la influencia del universo de Alice Munro y que al mismo tiempo incluye algo oscuro y áspero.
Impedimenta, que ha editado en castellano gran parte de la obra del escritor rumano Mircea Cartarescu, publica El ala izquierda, la novela que abre la trilogía Cegador, una saga que ha servido al rumano como espacio para volcar en Bucarest una historia en la que confluyen seres en perpetuo tránsito. En sus páginas confluyen circos, trashumantes, ángeles o mariposas gigantescas que sobrevuelan la larga historia de una familia. Al fondo, como un rumor, el lector percibe la irrupción del comunismo en Rumanía como un eco lejano de transformación y dolor.
Las charlas de E.M Forste en la BBC reunidas por Alpha Decay es un libro imprescindible, acaso porque su inyección de belleza, sonido y literatura hace que los días parezcan menos vulgares y anodinos
Dos libros excepcionales cierran la selección semanal. El adjetivo, aunque tópico y de apariencia excesiva, no llega a rendir cuenta exacta de la belleza encuadernada entre sus tapas. Uno de ellos es Walt Whitman ya no vive aquí(Sexto Piso), del escritor Eduardo Lago, ese autor al que le gustan las historias complicadas y que en esta ocasión se vuelca en una serie de ensayos que identifican las corrientes en tensión dentro de la literatura norteamericana. Es una cartografía que aporta como lugar obligado de lectura de una conversación con David Foster Wallace -de quien se cumplen diez años de su muerte este 12 de septiembre- hasta ahora inédita.
El segundo volumen de este apartado dedicado a los excepcionales, y que cierra por completo esta selección, es Algunos libros(Alpha Decay), las charlas radiofónicas de E.M Foster en la BBC entre 1937 y 1949. La selección y el prólogo, de Gonzalo Torné, y el epílogo, a cargo de Zadie Smith, sirven de broches para un largo y soberbio collar de perlas. Desde aquella primera ¿Son útiles los libros?, pasando por la que dedica a James Joyce -justamente por el hecho de que no es capaz de empatizar con él y del que aporta vetas como su exilio voluntario y su inevitable amargura dublinesa- hasta la hermosa pieza Hablar por uno mismo. Integrante del Círculo de Bloombury -del que formaba parte Virginia Woolf-, el autor de Una habitación con vistasilumina esa bisagra a la que la radio dotó -y sigue haciéndolo- de una capacidad asombrosa para unir sensibilidad y divulgación. Un libro imprescindible, acaso porque su inyección de belleza, sonido y literatura hace que los días parezcan menos vulgares y anodinos.