Cultura

Los Tercios: El "equipo" que estuvo casi 150 años invicto

El sábado 3 de febrero, se celebrará en la plaza de la Villa de Madrid una escenificación del modo de vida de estos aguerridos soldados

Cada 31 de enero celebramos la fiesta del histórico ejército español llamado los Tercios, porque ese mismo día de 1578 sucedió la batalla de Gembloux, en Flandes, dentro de la guerra de los 80 años. En ella Don Juan de Austria y su sobrino Alejandro Farnesio vencieron a 25.000 soldados con solo 17.000. Esta olvidada batalla es una muestra del poder de la infantería española y en gran medida muestra del desconocimiento por muchos de nuestra historia. 

Si hablamos en términos más familiares para todos, digamos futbolísticos, podríamos preguntarnos ¿qué equipo ha logrado no perder ningún partido durante una temporada de liga? Contados. ¿Y más de dos ligas? Ninguno. Por eso, un “equipo” con una trayectoria imbatible, que ha estado casi 150 años invicto —sí, sí, has leído bien: ¡150 años!—, sin conocer la derrota, ¿no merece toda nuestra atención y un sin fin de reconocimientos dicha? 

Eso es lo que pretende la asociación “31 Enero Tercios” que tiene como finalidad precisamente «que se conozca y se celebre en todo el mundo quiénes fueron estos hombres». Durante los próximos días, junto con otras asociaciones, nos invitan a celebrar dicha efeméride en varias ciudades españolas. En Madrid será el sábado 3 de febrero, en la plaza de la Villa. Harán una escenificación del modo de vida de estos aguerridos soldados, donde se podrá ver cómo peleaban, cuáles eran sus valores y cómo se organizaban.

¿De dónde nace el nombre de Tercio?

El término Tercio surgió de la agrupación de los tres tipos de soldados que combatían en una sola unidad: arcabuceros, piqueros y espadachines. Aunque no está tan claro, porque también se atribuye el nombre Tercio a la infantería a partir de los siglos XVI y XVII, por los tres ejércitos que originalmente comenzaron a combatir de este nuevo modo: Sicilia, Nápoles y Lombardía.  

El inspirador o fundador de los Tercios fue Gonzalo Fernández de Córdoba, también conocido como el Gran Capitán, apodo alcanzado por ser un gran estratega. Tuvo un papel decisivo en la reconquista de Granada y Nápoles. Pero sobre todo destaca por ser el que cambió el modo de luchar de la Edad Media, de la Caballería pesada a la infantería ligera, y porque revolucionó el modo de combate, combinando diferentes armas. Hace pocos años, hemos empezado a saber más de él gracias a que el CNI ha descifrado el sistema de correspondencia secreta que mantenían entre Fernando el Católico y el Gran Capitán, abriendo la posibilidad de poder saber qué se decía en esas cartas.

La Cruz de Borgoña: la bandera de los Tercios

La bandera de los Tercios era la usada por la casa real de esos momentos, es decir la de los Austrias. Que es la Cruz de Borgoña o Aspa de Borgoña. La cual es una representación de la Cruz de San Andrés, que fue crucificado en una cruz en forma de X. En ella se ven los nudos de los troncos que forman la cruz. Cada Tercio varía el fondo o jaqueado

Los Tercios fue el primer ejército profesional, porque prestaba una actividad militar mejor organizada y remunerada con un sueldo. Esto era un gran avance con respecto a lo anterior, las tropas de leva, que eran reclutados obligadamente y su actividad era menos eficiente. La clave del éxito de los Tercios, no está solo en el modo de combatir ni en sus grandes estrategas. Sino también en la movilidad que tenían sus tropas para viajar de un sitio a otro en poco tiempo. Ya que se trasladan miles de soldados a más de mil kilómetros de distancia en poco tiempo. Los Tercios protegían puntos de los más dispares del Imperio español.

Muestra de esta motilidad es el Camino español para llevar las tropas a la guerra de Flandes. El camino se comenzó a construir cuando reinaba Felipe II. El que fue elegido para dirigir tal magna proeza era el duque de Alba, don Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, temido por sus enemigos y admirado por sus tropas y amigos.  

Puede parecer que ir por el Canal de la Mancha era una vía más rápida, pero el frecuente mal tiempo y la enemistad con Inglaterra, impedían el uso de esta ruta. Por lo que los Tercios viajaban en barco desde la costa de España hasta la península Itálica. Después andaban desde Milán hasta los Países Bajos. Esta ruta suponía un camino muy largo, de varias etapas, con avituallamiento. Continuaban cruzando los Alpes por Saboya. Después recorrían el franco condado (Francia), llegaban a Lorena, hasta Luxemburgo, para luego llegar al obispado de Lieja (donde fue el milagro de santa Juliana, en el monte cornillón), hasta llegar a Flandes. Es llamado también el Camino de los Tercios o el corredor Sardo. Resumiendo mucho se puede reducir a dos factores: la logística y a la diplomacia.  Sobre la logística se narran hazañas como la de 300 zapadores, que limpiaron los 1000 km de ruta, para que pudieran pasar los soldados, los carros y cañones. A la vez que elaboraron mapas del camino elaborado. En unos 50 días a una media de unos 20 km diarios recorrían los 1000 km.  El factor diplomático fue solventado por la Corona española. Ya que tenía a favor a los franceses, por eso permitieron el paso de los Tercios, ya que era una guerra que beneficiaba a ambas naciones.

España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura

Principales victorias de los Tercios

Reinaba un ambiente de camaradería y lealtad. Los Tercios tenía un sistema de valores donde el honor, la patria, el rey y el compañerismo hacían de ellos una “piña” en torno a los mandos. De ahí la eficacia y fortaleza a la hora de luchar. Pero no era tan idílico, ya que el sueldo, lógicamente, ayudaba al mejor rendimiento. Y cuando faltaba o se retrasaba, generaba momentos de crisis y levantamiento en la tropa. Aún así, su misión la tenían muy clara y daban su vida por llevarla a cabo hasta la muerte. De ahí viene “España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura”.

Cabe destacar entre los tercios ilustres a Cervantes, Calderón y Garcilaso. Como más forzudo a García de Paredes el llamado “el Sansón extreño”. Y como grandes líderes a don Juan de Austria y Alejandro Farnesio.

Para terminar mencionaremos 10 victorias podemos destacar en los casi 150 años que los Tercios estuvieron dominando el tablero de juego de Europa: Batalla de Ceriñola 1503, Batalla de Pavía 1525, Batalla de Mühlberg 1547, Batalla de San Quintín 1557. Batalla de Gravelinas 1558, Batalla de Jemmingen 1568, Batalla de Lepanto 1571, Batalla de Gembloux 1578, Batalla de Empel 1585 y Batalla de Rocroi 1643.
Para no estar en “fuera de juego” os recomendamos usar el “VAR” y comprobar esta historia increíble, leyendo la excelente novela histórica de Juan Antonio Pérez-Foncea, Los Tercios no se rinden, visitando la página web de Fernando Díaz, donde hay podcast muy profundos y artículos muy interesantes que leer, además del libro de Los Tercios de José Javier Esparza que es muy completo.

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