Si bien la temporada de Navidad es una época de excesos, existen todo tipo de recomendaciones y de consejos para afrontar estos días sin tantos desafíos. No es sorpresa, no obstante. Durante estas dos semanas, la comida y la bebida se convierten en dos de las grandes protagonistas, siendo inevitable no encontrar, por ejemplo, centros con todo tipo de postres y alimentos navideños presidiendo en las casas de los españoles. Diferentes tentaciones que suponen un verdadero "pecado" para la gran mayoría de las personas.
Por ello, se hacen famosas muchas expresiones como "una vez al año no hace daño" o "venga, que es Navidad". La gente se deja llevar por las fechas y por la magia que inunda los rincones de todo el mundo para darse caprichos del estilo y luego justificarlo con un "mañana se compensa saliendo a correr o yendo al gimnasio". Pero, ¿cómo se puede cambiar o mejorar esta realidad palpable?
Aunque es verdad que los dulces y salados propios de estas pascuas son, en grandes cantidades, un peligro para nuestra salud, también es posible disfrutar de la Navidad sin comprometer nuestro bienestar completamente. En este sentido, diferentes estudios proponen unas fiestas algo más saludables de las que luego no arrepentirse a través del tratamiento diferente de varios productos que no pueden faltas en las cenas y comidas de estas pascuas.
¿Cómo hacer más saludables las cenas de Navidad? Los consejos de los estudios
Los expertos de la Universidad de Newcastle han investigado las diferentes características y compuestos de las guarniciones festivas, sacando a la luz importantes beneficios que estas ofrecen. No obstante, hay que estudiar antes sus características y cómo estos ingredientes adquieren esa capacidad provechosa. Como todo en la vida, dependiendo del modo de preparación, se pueden obtener unos resultados específicos diferentes. En concreto, la forma de cocinar podría darle un toque saludable a las comidas y cenas de Navidad.
En primer lugar, los investigadores británicos proponen la cocción al vapor de las famosas colas de Bruselas para combatir algunas enfermedades crónicas, como la diabetes o disminuir la probabilidad de la aparición del cáncer. Los científicos han descubierto que cocinar estas verduras crucíferas aporta los compuestos saludables propios de estas que se descomponen al hervirlas o asarlas.
Concretamente, a través de esta fórmula, las coles de Bruselas retienen sus glucosinolatos, sustancias que se encuentran de forma natural en diferentes plantas y que son capaces de actuar como potentes armas contra el cáncer o la diabetes debido a la activación de proteínas cuya actividad ayuda a prevenir la aparición de estas células perjudiciales. Esta molécula interactúa, por lo tanto, con proteínas asociadas a la reparación del ADN deñado y la promoción de la promoción de la muerte celular en los tumores cancerígenos.
Los ensayos de la Universidad de Newcastle también proponen un análisis de más de 250 variedades de patatas para determinar cuál es el modelo perfecto para asar y compartir en estas fechas. A través del estudio de sus diferentes cualidades, desde las características del propio tubérculo hasta su capacidad para resistir enfermedades, los científicos detallaron que las patatas gallo son perfectas para acompañar a los mejores asados, ideales para la Navidad.
Por último, los investigadores ingleses también han descubierto que la popular guarnición festiva de zanahorias podría ayudar a reducir el riesgo de cáncer en casi una cuarta parte. A través de su estudio publicado en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition, la universidad de Newcastle encontraron que cinco porciones de esta verdura por semana se relacionan con una reducción del 20% en el desarrollo de todos los tipos de cáncer. De forma proporcional, comer solo una porción por semana proporciona una reducción significativa también: un 4% menos de padecer la enfermedad en comparación con aquellos que nunca comen esta verdura.
Los científicos demostraron así que la ingesta de zanahorias tenía una incidencia reducida de cáncer en varios grupos diferentes, desde la región geográfica hasta la exposición y el tipo de cáncer. Sobre todo por compuestos como el β-caroteno, causante del pigmento rojo anaranjado característico de esta verdura típica de Navidad.