Dicen que el desayuno es la comida más importante del día, y aunque a esta afirmación le han salido críticas de aquellos que aseguran que todas lo son, es cierto que empezar el día con una alimentación sana y equilibrada es principal. Por ello, los expertos recomiendan incluir determinados alimentos, que aporten la energía y los nutrientes necesarios para afrontar la jornada.
Tras las horas de sueño, el desayuno es lo primero que recibe nuestro cuerpo activando el metabolismo, por lo que es importante atender a las necesidades tras el ayuno nocturno y ofrecerle alimentos sanos. Aunque estos pueden variar en función del ‘desgaste’ diario de cada persona y las actividades que realiza a lo largo del día, existen unas pautas claras en cuestión de alimentación.
Eso sí, comenzar el día con un desayuno que nos aporte energía no significa que podamos consumir, e incluso abusar, productos industriales, cargados de azúcar y grasas, algo que durante años ha sido lo más habitual. Un desayuno saludable está formado por alimentos nutritivos y equilibrados que nos ayuden a llegar a la comida sin un hambre voraz.
Alimentos imprescindibles de un desayuno saludable
Para los expertos, un desayuno perfecto tiene que incluir lácteos, hidratos de carbono, proteínas y fruta.
- Leche: la gran mayoría de las personas reconoce incluir leche en sus desayunos. Este lácteo, disponible en varias versiones, aporta en torno a 124 calorías por cada vaso de unos 200 ml, por lo que, además de aportar calcio y vitamina D, entre otras propiedades, da energía para comenzar el día. Con café, té o cacao natural (es preferible eliminar para diario las opciones azucaradas), la leche se ha convertido en el rey de los desayunos.
- Yogur: aunque la leche es el lácteo más popular, los yogures son, para muchos, el mejor compañero de cereales o fruta para un desayuno saludable. Además de calcio, los lácteos aportan otros minerales, vitaminas y proteínas necesarias para el día a día.
- Fruta: fuentes de vitaminas, fibra y antioxidantes, la fruta es uno de los mejores alimentos para hidratar el cuerpo aportando todo lo necesario para comenzar el día. Naranjas, kiwis, plátanos, fresas, piña o arándanos son algunas de las opciones más populares.
- Queso: otro lácteo perfecto para comenzar el día es el queso, aunque es recomendable elegir uno bajo en grasas.
- Cereales: aunque los cereales siempre han estado presentes en los desayunos, es importante eliminar las opciones comerciales cargadas de azúcares. Elige mejor opciones integrales o de cereales naturales más saludables como la avena, considerada por la Fundación Española de Nutrición como una gran fuente de proteínas y minerales. Además, son ricos en fibra.
- Frutos secos: son una importante fuente de energía que también debería estar presente en los desayunos. Gracias a su poder saciante nos ayudarán a llegar hasta la comida sin un apetito voraz. Aunque hay que tener en cuenta su valor calórico, por lo que no es recomendable abusar.
- Aguacate: desde hace unos años, el aguacate ha ganado popularidad en los desayunos desbancando en las tostadas a la mantequilla y la mermelada.
- Huevos: ingleses y americanos son algunos de los que desde hace décadas incluyen en su desayuno. En los últimos tiempos, esta tradición se ha extendido y este alimento se ha convertido en los imprescindibles de los desayunos. Con gran aporte de proteínas, es recomendable cocinarlo a la plancha, revuelto o al vapor y olvidarnos del exceso de aceite.
- Pan tostado: considerado el carbohidrato estrella de los desayuno, es importante elegir un pan de calidad, a ser posible integral, para las tostadas que podremos acompañar, por ejemplo, con huevos, aguacate o queso. Aunque tradicionalmente han sido las tostadas con mantequilla y mermelada las que han protagonizado los desayunos de miles de personas, es preferible reservar esta opción para momentos puntuales.
- Té: considerado una opción más saludable que el café, los expertos recomienzan comenzar el día con una taza de té, que hidrate y aporte energía.