Versátiles y muy nutritivos, los frutos secos son alimentos imprescindibles en una dieta sana. Así lo señalan los expertos que recomiendan incluir estos ingredientes en la dieta diaria a pesar de su alto poder calórico. Y es que, gracias a sus propiedades nutricionales ayudan a cuidar de la salud. Es el caso de los pistachos, uno de los frutos secos más consumidos; las almendras, admiradas por su alto contenido en fibra; o las castañas, bajo en calorías y con muchos beneficios para el organismo.
Cubierto por una vaina espinosa, la castaña se presenta con una piel lisa y marrón que recubre el fruto que se consume. Según apunta la Fundación Española de la Nutrición, fueron los romanos los que trajeron este fruto seco a la península ibérica desde Italia.
Existen diferentes tipos de castañas, aunque la que se consume habitualmente es la castaña común o castaña europea. Un fruto seco muy popular en los meses de otoño e invierno, ya que se cosecha entre septiembre y octubre, por lo que no las podemos encontrar durante todo el año. Por eso, los expertos recomiendan aprovechar esta estación para disfrutar de su sabor, su versatilidad y los numerosos beneficios para la salud.
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Las enfermedades que las castañas ayudan a combatir
Según la FEN, las castañas son fuente de fibra y ricas en hidratos de carbono complejos, de hecho, estos ocupan casi la mitad de su composición. Además, su aporte de grasa es notablemente inferior a la que contienen el resto de frutos secos, algo, unido a su alto contenido en agua (cercano al 50%), hacen que sea uno de los de menor contenido calórico.
En cuanto a los minerales, las castañas son fuente de fósforo y de potasio, y de vitaminas, destacan las del grupo B (B1 y B6).
Aunque deliciosas y muy beneficiosas, los expertos aconsejan tener cuidado con las castañas. Así, recomiendan consumirlas asadas o cocinadas, favoreciendo la transformación de los hidratos de carbono, lo que las convierte en un alimento más digerible. Además, crudas, son ricas en taninos, lo que puede producir molestias intestinales.
Gracias a sus propiedades nutricionales, las castañas ayudan a combatir algunas conocidas enfermedades como estas:
-Estreñimiento: gracias a su alto contenido en fibra, las castañas favorecen el tránsito intestinal combatiendo el estreñimiento.
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-Diabetes: tal y como apunta diferentes investigaciones, como la publicada por la Universidad de South Australia, las castañas también ayuda a controlar la diabetes. Según este estudio, el contenido en fibra y ácidos grasos de este fruto seco ayudan a reducir los niveles de glucosa en sangre.
-Obesidad: gracias a su aporte de fibra y a su alto contenido en agua, las castañas son un alimento saciante que ayuda a combatir el hambre entre horas. Además, es un ingrediente adecuado para las dietas de adelgazamiento ya que, además de saciarnos, cuenta con un bajo aporte de grasas y pocas calorías.
-Enfermedades inflamatorias: gracias a sus propiedades nutricionales, las castañas cuentan con propiedades antiinflamatorias que ayudan a combatir algunas patologías autoinmunes como la artritis, la psoriasis o la enfermedad de Crohn.
-Enfermedades cardiovasculares: tal y como señala la Fundación Española del Corazón, las castañas, al igual que los otros frutos secos, mejoran la salid del corazón y disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico: “Los frutos secos son ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas que reducen el nivel de colesterol LDH o ‘malo’ y los lípidos en sangre”.
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