Más de 1.300 millones de personas fuman alrededor del mundo, y alrededor de 537 millones de ciudadanos sufre diabetes en todo el globo. En este contexto, el cuidado de la salud en la medida de lo posible de estos dos colectivos es vital, ya que el hábito y la patología entrañan numerosos riesgos. Respecto al tabaco, bien es sabido que es el causante de numerosos tipos de cáncer. Mientras, el avance de la diabetes conduce a problemas de salud más graves, como el daño ocular, renal, a los nervios y al corazón.
Ahora, un estudio publicado en la revista médica Canadian Journal of Cardiology asocia un frecuente hábito y gesto, realizado cada día por casi la totalidad de los ciudadanos residentes en países desarrollados, con el aumento de incidentes cardiovasculares, problemas psicológicos e inestabilidad emocional en estos dos grupos de personas.
El hábito a evitar por fumadores y diabéticos
Tras realizar un estudio en cerca de 445.000 personas, los expertos llegan a una clara conclusión: el uso del teléfono móvil empeora el estado de salud de estos dos grupos. Con el objetivo de controlar los accidentes cerebrovasculares, enfermedades coronarias, fibrilación auricular e insuficiencias cardíacas, los científicos siguieron el estado de los participantes durante algo más de 12 años. Así, y siguiendo el estado de salud e historial de estos, los profesionales han podido llegar a ciertas conclusiones.
"El objetivo era valorar la asociación potencial del uso regular de teléfonos móviles con incidentes de enfermedades cardiovasculares y explorar los efectos mediadores del sueño y salud mental", afirma Ziliang Ye, investigador del Hospital Nanfgan de la Southern Medical University en China. El resultado ha sido claro: un posible aumento de problemas cardíacos entre los individuos que más utilizaban sus teléfonos móviles.
Aumento de accidentes cardiovasculares
"Descubrimos que, comparados con los usuarios que no utilizan de forma frecuente los teléfonos móviles, los usuarios frecuentes tuvieron una riesgo significativamente más elevado de incidentes de enfermedades cardiovasculares", añadió. Y es importante resaltar algo: en el estudio, los profesionales han considerado 'uso frecuente' hacer una llamada a la semana, un uso muy inferior al más frecuente hoy en día.
Actualmente, el uso del teléfono móvil es de lo más habitual, tanto es así que para muchos supone una adicción que recibe el nombre de 'nomofobia'. El nombre responde al significado de 'no-mobile-phone-phobia', e implica el miedo irracional a no disponer del teléfono móvil. El problema afecta a miles de personas, sobre todo a adolescentes, y presenta síntomas como ansiedad, bajo rendimiento laboral o aislamiento social, entre otros.
Entre las causas de este problema pueden encontrarse la baja autoestima y dificultades a la hora de desarrollar las relaciones sociales. En búsqueda de aprobación, es frecuente el abuso de plataformas como las redes sociales, situaciones satisfactorias que aumentan la producción de dopamina, un neurotransmisor que aumenta la felicidad, aunque solo de forma momentánea.
Causas y consecuencias
Los expertos encargados de desarrollar el estudio apuntan a los campos electromagnéticos de radiofrecuencia emitidos por los teléfonos móviles como el causante y culpable de este aumento de accidentes cardiovasculares. Así, estos pueden provocar "la desregulación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, respuestas inflamatorias y estrés oxidativo, por lo que se espera que afecten a una variedad de órganos como el corazón y los vasos sanguíneos", explica la doctora Yanjun Zhang, otra de las autoras del estudio.
A pesar de esto, es importante recalcar que sigue siendo incierto que el uso del teléfono móvil esté asociado con el riesgo de enfermedades cardiovasculares, tal y como informa la doctora. Por todo ello, los investigadores indicaron que la exposición a la radiación electromagnética de los móviles "en combinación con el tabaquismo y la diabetes, puede tener un efecto sinérgico en el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares".