No son pocos los estudios que la Universidad de Harvard publica a diario. Sin ningún régimen específico, dando cabida a todo tipo de temáticas e investigaciones factibles que alcanzan la línea de importantes editoriales y periódicos, quienes presumen a su vez de estos ensayos en sus portadas. La popularidad de esta histórica institución académica se debe, en gran medida, a ello: Harvard destaca por ser una universidad pionera en materias científicas y, sobre todo, en los estudios relacionados con la salud humana.
El último del que ha querido presumir trata uno de los temas más preocupantes y analizados en los últimos años, sobre todo potenciado después de la pandemia de Covid-19. En él, la prestigiosa Universidad descubrió una asociación entre el trastorno alimentario de la anorexia y la alteración de los patrones de sueño.
Tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anorexia es un trastorno de alimentación que hace que las personas pesen menos de lo que se considera saludable para su edad y estatura, generalmente debido a una pérdida excesiva de peso. Se trata, además, de una práctica recurrente y muy difícil de mediar ya que no se pueden establecer causas exactas. No obstante, los científicos señalan un papel importante en los genes y las hormonas.
Por lo general, una persona con anorexia tiende a tener miedo de engordar, incluso cuando su peso es insuficiente; se niega a mantener su peso, sea este cual sea, queriendo siempre pesar mucho menos; o tiene una imagen corporal bastante distorsionada, entre muchos otros síntomas. De todo ello se ha querido encargar esta vez la Universidad de Harvard, proponiendo una investigación para encontrar una relación entre este padecimiento y un factor alterno, incidiendo sobre todo en la calidad y la cantidad del sueño.
La anorexia puede estar ocasionada por dormir pocas horas, según Harvard
La relación entre la calidad del sueño y la salud mental ha sido un área de interés constante para la comunidad científica. En esta ocasión, un estudio de la Universidad de Harvard arroja luz sobre cómo los patrones del sueño pueden desempeñar un papel crucial en el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios, centrándose específicamente en la anorexia nerviosa. Para ello, los científicos llevaron a cabo un estudio longitudinal que involucró a miles de participantes durante varios años con cuestionarios detallados sobre hábitos de sueño y evaluaciones psicológicas recurrentes.
Los resultados, en palabras mismas de la investigación, fueron "sorprendentes y alarmantes". El estudio encontró que aquellos que experimentaban patrones irregulares de sueño, como insomnio crónico o una falta consistente de horas de descanso, tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar anorexia en comparación con quienes mantenían guiones oníricos saludables.
La doctora Elena Rodríguez, líder del equipo de investigación de Harvard, destacó la importancia de estos hallazgos. "Nuestra investigación sugiere que el sueño desempeña un papel crucial en la salud mental y, específicamente, en la prevención de trastornos alimenticios. Aquellos que experimentan problemas de sueño deben ser monitoreados de cerca, ya que podrían estar en mayor riesgo".
Los mecanismos exactos detrás de esta conexión aún se están investigando, pero los científicos de Harvard sugieren que el sueño inadecuado (insuficientes horas de descanso) puede afectar los procesos cerebrales que regulan la percepción del cuerpo y las emociones, contribuyendo así al desarrollo de la anorexia.
Sin embargo, la relación bidireccional entre el sueño y la salud mental no es una novedad. Estudios anteriores han demostrado cómo los trastornos del sueño pueden contribuir al desarrollo de otras patologías como la depresión o la ansiedad. Sin embargo, esta investigación de Harvard destaca la especificidad de la conexión entre los patrones del sueño y la anorexia, subrayando la necesidad de abordar el sueño como parte integral de la salud mental.
Por último, cabe destacar que la Universidad de Harvard es considerada como la mejor universidad del mundo según el Ranking de Universidades de Shanghái, una de las clasificaciones universitarias más conocidas mundialmente. Esta universidad fue fundada en 1636 y es la institución de enseñanza más antigua de Estados Unidos. Fue la casa de aprendizaje de 161 premios Nobel, 48 premios Pulitzer, 108 medallas olímpicas y 8 presidentes estadounidenses, entre otros muchos reconocimientos.