Desde hace años, son muchas las dietas y planes alimenticios que ganan popularidad y adeptos. Regímenes como la dieta de la avena o la dieta de la manzana que prometen rápidos y eficaces resultados. Sin embargo, también encontramos otros planes, como el ayuno seco, que se ponen de moda aun con el riesgo que pueden suponer para la salud.
En los últimos tiempos, mucho se ha hablado del ayuno, con todas las versiones que propone. Considerado para muchos una forma de vida, el ayuno intermitente es el más famoso de todos. Sin embargo, desde hace tiempo, las redes sociales ensalzan al ayuno seco como una beneficiosa práctica. Algo que ha obligado a los expertos a dar la voz de alarma ante las consecuencias que esta experiencia puede provocar en la salud.
¿Qué es el ayuno seco?
Según define la Real Academia de la Lengua Española, ayunar es “abstenerse total o parcialmente de comer o beber”. Así, la práctica del ayuno se remonta a tiempos inmemoriales con motivos religiosos, curativos y naturistas y, en los últimos tiempos, depurativos y adelgazantes. Además, en los últimos tiempos, numerosas investigaciones atribuyen numerosos beneficios, no exentos de debate, a la limitación temporal de nutrientes. Aunque eso no en todos los casos es así.
Tal y como aseguran los expertos, el conocido como ayuno seco puede perjudicar, y mucho, la salud. Se trata de un ayuno total, en el que no se ingiere ningún tipo de sólido ni de líquido durante varias horas seguidas, e incluso días. Es decir, una de las versiones más exigentes, para muchos incluso demasiado radical, de esta popular práctica tan de moda en los últimos años.
Sin embargo, son muchos los que aseguran que el ayuno seco, que de llevarse a cabo no se debería realizar durante más de 48 horas, es beneficioso para el organismo y, entre otras virtudes se le atribuye la capacidad de aumentar el proceso depurativo y eliminar así aún más toxinas. Un debate que, una vez más, enfrenta a defensores y detractores de las llamadas dietas exprés.
Los peligros para la salud del ayuno seco
Tal y como comentábamos, los expertos desaconsejan totalmente el ayuno seco, una práctica que aseguran pone en riesgo la salud e incluso la vida.
Así, la retirada total de líquidos, tanto directamente como a través de los alimentos, provocaría una deshidratación en el organismo. Y es que el cuerpo, formado por un 60 por ciento de agua, necesita líquidos para su correcto funcionamiento. Así lo asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomienda un consumo diario de entre 1,5 y 2 litros. Unas cantidades que varían dependiendo de cada persona y las necesidades específicas, e incluso de la temporada del año. Así, en verano, cuando se realiza algún deporte o durante el embarazo y la lactancia, es necesario aumenta la ingesta de agua aportando aún más.
Es importante conocer que entre los síntomas más comunes de la deshidratación encontramos los mareos, las náuseas y vómitos, los dolores de cabeza, el estreñimiento, la sequedad en la boda y en la piel, la debilidad y la irritabilidad.
Pero además, los expertos señalan estos como algunos de los peligros de practicar el ayuno seco:
- Infecciones del tracto urinario
- Insuficiencia renal
- La aparición de cálculos renales
- Trastornos en el comportamiento alimentario
- Riesgo de muerte
Como ocurre con todas las dietas y planes de alimentación, y más con algunos tan extremos y restrictivos como el ayuno seco es importante consultar con un especialista antes para garantizar el buen estado de nuestra salud y, a ser posible, que supervise en todo momento el proceso y los resultados.