Los días son más cortos, las temperaturas comienzan a bajar y son muchos los que presentan una apatía y un cansancio propios del cambio de estación. Sin embargo, el otoño también trae consigo increíbles paisajes y nutritivos alimentos a los que merece la pena prestar atención. Alimentos como la calabaza, considerada la fruta estrella (aunque hay quien la considere una verdura) de la temporada.
Aunque Halloween convirtió este alimento en un elemento decorativo, la calabaza cuenta con admirados valores nutricionales que, unidos a la versatilidad de su uso gastronómico, hacen de esta fruta uno de nuestros mejores aliados para nuestra salud este otoño.
El origen de la calabaza genera debate, y mientras unos lo sitúan en Asia central, otros la llevan hasta América. Sea cual sea su procedencia, lo cierto es que el consumo de este alimento se remonta a miles de años atrás, cuando ya descubrieron sus valorados beneficios. De hecho, entre los restos de tumbas incas precolombinas se han encontrado calabazas.
Existen numerosas variedades (hay más de 800 especies de planta catalogadas), y cada tipo ofrece diferentes sabores, formas, tamaños y colores. Algo en lo que también influye la estacionalidad, encontrando aquellas que se cultivan en verano o en invierno.
Valores nutricionales y beneficios de la calabaza
La calabaza es un alimento muy versátil, ya que su carnosa, sabrosa y tierna pulpa sirve para elaborar platos que van desde las cremas, las guarniciones y las ensaladas, a los postres y confituras.
Con gran cantidad de agua, la calabaza es una importante fuente de fibra soluble que ayuda al sistema digestivo. Además, cuenta con un bajo contenido en hidratos de carbono y un bajo aporte de calorías y grasas.
Esta fruta es fuente de vitaminas A, B, C, y E, que le otorgan propiedades antioxidantes, De hecho, tal y como asegura la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el aporte vitamínico más significativo es el de la vitamina C “con una ración se cubre un 31 por ciento de las ingestas diarias recomendadas”.
También posee folatos, que favorecen la formación de anticuerpos para fortalecer el sistema inmunológico, y ofrece minerales como potasio, fósforo y magnesio; y en menor medida también aporta calcio y hierro.
- Alimento perfecto para adelgazar: además de su bajo aporte en grasas (0,07 gramos por cada 100 gramos), la calabaza cuenta con muy pocas calorías, tan solo 20 por cada 100 gramos, por lo que es un alimento perfecto para incluir en una dieta de adelgazamiento. Además, su alto contenido en agua ofrece sensación de saciedad.
- Ayuda al sistema digestivo y al tránsito intestinal: es rica en fibra, por lo que ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a combatir el estreñimiento.
- Fortalece el sistema inmunitario: gracias a su vitamina C, es un poderoso aliado de nuestras defensas, que ayuda a prevenir las gripes y catarros tan habituales esta época.
- Cuida de nuestra vista y piel: es rica en betacarotenos, un componente antioxidante que contribuye al cuidado de nuestra vista y es beneficiosa para la salud de la piel.
- Ayuda a regular la presión arterial: la calabaza es buena para la salud del corazón. Su cóctel de nutrientes, entre ellos el potasio, ayuda a controlar la presión arterial consiguiendo que los vasos sanguíneos se relajen y disminuyéndola.
- Mejora los síntomas de la diabetes: aunque existen aún debate sobre este beneficio, diferentes estudios, como el publicado por el 'Journal Sciences of Food and Agricultura', aseguran que la calabaza tiene efectos similares a los de la insulina en el organismo de las ratas, reduciendo la concentración de glucosa en sangre. Hay que tener en cuenta que este estudio no incluyó pruebas en humanos.
- Cuida el aparato urinario y los riñones: los expertos aseguran que esta fruta previene la cistitis y la retención de líquidos y ayuda en casos de insuficiencia renal o cálculos.
