Además de uno de los más grandes del cuerpo humano, el hígado es uno de los órganos más importantes y el primer filtro de limpieza de las sustancias que entran en nuestro organismo. Así, el hígado tiene entre sus funciones eliminar toxinas, procesar los nutrientes de los alimentos, descomponer las grasas y regular los niveles químicos de la sangre. Sin embargo, también es uno de los más sensibles y a los que es importante prestar atención.
Tal y como señalan los expertos, unos malos hábitos de vida pueden afectar negativamente al estado del hígado, sobrecargándole y perjudicando su importante trabajo. Cuando esto ocurre, podemos notar algunos síntomas como falta de concentración, malas digestiones, piel seca, estreñimiento, apatía… Unos síntomas difíciles de asociar con este órgano, que a largo plazo pueden ocasionar enfermedades y afecciones como hígado graso, hepatitis o cirrosis hepática.
Para cuidar de nuestro hígado, es importante controlar determinados aspectos de la alimentación, reduciendo todo lo posible el consumo de alimentos fritos, azúcares refinados, bebidas alcohólicas y productos ultraprocesados. Pero también, evitando el sedentarismo y el tabaco.
Otro de los aspectos importantes para proteger la salud de este órgano es, tal y como insisten desde instituciones como la Organización Mundial de la Salud, beber suficiente agua, ya que ayuda a eliminar las toxinas y los desechos del cuerpo.
Los alimentos que te ayudan a limpiar el hígado de manera natural
Así, a la hora de cuidar el hígado, la alimentación es un pilar esencial. Según los expertos, una sobrecarga de las funciones del hígado promueve la acumulación de grasa, por lo que, además de incluir en la dieta alimentos integrales y de origen vegetal de forma general, recomiendan hacer una dieta depurativa de manera puntual.
Entre los alimentos recomendados para limpiar el hígado se encuentran:
- Cereales integrales: contienen mucha fibra y micronutrientes que favorecen el buen funcionamiento del hígado.
- Nueces: son una fuente de grasas saludables que ofrece beneficios cardiovasculares y ayudan a regular los niveles de colesterol, también relacionado con la salud del hígado.
- Cúrcuma: gracias a sus propiedades antioxidantes, ayuda a proteger y depurar el hígado.
- Café: tal y como demuestran los estudios, el café, además de aliado en la salud cardiovascular como apuntan la Fundación Española del Corazón, ayudan a limpiar la grasa acumulada en el hígado gracias sus propiedades antioxidantes.
- Cítricos: frutas como la naranja, la mandarina o el limón favorecen la depuración de este órgano y ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con él.
- Uvas: además de su aporte de fibra, vitaminas y antioxidantes, las uvas tienen efecto colerético estimulando la producción de bilis.
- Manzanas: son ricas en pectina, una fibra soluble que ayuda a limpiar el hígado eliminando las toxinas acumuladas.
- Ciruelas: ricas en antioxidantes, las ciruelas evitan el estreñimiento y favorecen la eliminación de desechos orgánicos.
- Cerezas: es considerada, junto otros frutos rojos como los arándanos o la granada, una de las mejores frutas para desintoxicar y depurar el organismo.
- Brócoli: al igual que otras crucíferas como la col o la coliflor, el brócoli, gracias su riqueza en azufre, es una de las verduras más recomendables para la salud hepática y la limpieza del órgano.
- Aguacate: sus admiradas grasas saludables, en especial las monoinsaturadas, también son beneficiosas para el hígado ya que ayudan a reducir la inflamación. Además, contiene glutatión, un poderoso antioxidante que favorece la desintoxicación.
- Alcachofas: considerado uno de los alimentos más depurativos, las alcachofas contienen cinarina, un compuesto que estimula la producción de bilis en el hígado, lo que ayuda en la digestión y absorción de las grasas.
- Aceite de oliva: son muchos los beneficios del aceite de oliva. Gracias as u contenido en grasas monoinsaturada y sus antioxidantes, también es bueno para la salud del hígado. Además, ayuda a reducir la inflamación y protege las células hepáticas del daño oxidativo.
