Estamos en un país en el que esta dorada bebida, fue declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Unesco, lo cual ya dice mucho de su idiosincrasia. Y Valonia, una región situada al sur de Bélgica, no es menos: poseen una producción que supera las 500 variedades de cerveza, por lo que su territorio está surcado por todo tipo de locales típicos donde se elabora o degusta, muchos de ellos vinculadas a abadías y comunidades religiosas.
Además de los muchos rasgos culturales, paisajes naturales o tesoros artísticos que ofrece- Valonia ha tenido una historia sumamente interesante-, es divertido realizar alguna ruta de la cerveza, un desafío para los amantes de este líquido ámbar.
Un brindis especial
El primer sitio para levantar la copa puede ser la provincia de Henao, enclavada al este de Valonia, donde se dan las cervezas estilo ‘saison’ o de temporada, que originariamente se elaboraba en las granjas. Cada una tenía su receta y se hacía en invierno para poder degustarla en verano ya madurada y en su punto. Se trata de cerveza ‘ale’ refrescante y ligera, de final seco.
El calendario de ferias que se celebran en Valonia alrededor de la cerveza es constante durante casi todo el año
Namur, capital de Valonia, es el centro de producción de la ‘blanche’, con toques especiados y un final amargo. Una ciudad con una preciosa fortaleza medieval donde disfrutar de esta especialidad característica en alguna de sus bonitas terrazas. Por norma general en Valonia durante todo el año celebra distintas ferias, desde la dedicada a la 'stout' en otoño a las cervezas navideñas durante el solsticio de invierno.
Innovación y tradición
Lieja es la zona donde más se innova en este campo y a la vez con mayor tradición, como la abadía cisterciense donde desde el siglo XIII se elabora la cerveza 'Val de Dieu' o bien, negocios familiares durante generaciones como la ya clásica marca ‘Brasserie’. Una abundante y espesa espuma, junto a su alta acidez, es la combinación perfecta para las especialidades creadas por los liejenses.
Y, por supuesto, no podemos olvidar Bravante, comarca donde se celebró la célebre batalla de Waterloo en 1815, donde fue derrotado Napoleón. Aquí es donde destacan las cervezas ‘lambic’, una especialidad exclusiva de Bélgica. Tienen fermentación espontánea por las levaduras salvajes que flotan en sus bodegas y pueden pasar hasta tres años en barrica de madera. Son las ‘cervezas de fruta’, elaboradas con cereal y piezas como cerezas, la ciruela o arándanos.
Norte, sur, este y oeste de Valonia para, entre otros muchos atractivos, levantar la copa en alto y hacer un refrescante brindis.