Una hernia inguinal es una protusión de cualquier órgano abdominal, normalmente del intestino delgado o de grasa mesentérica, a través de un orificio herniario situado en el canal inguinal. Es una patología relativamente frecuente, especialmente entre los hombresy, pese a no revestir normalmente de gravedad, requiere de una intervención quirúrgica para su tratamiento.
Así lo detalla la cirujana general del Hospital Quirónsalud Zaragoza, la doctora Eloísa Villarreal, quien apunta entre los principales síntomas de la hernia inguinal la aparición de un bulto o tumoración en la región inguinal, que aumenta de tamaño con los esfuerzos físicos, lo que además provoca dolor en la zona. “En algunos casos puede incluso aparecer un dolor súbito a nivel inguinal, con una tumoración dura y dolorosa, así como distensión abdominal, náuseas y vómitos”, apostilla la especialista.
Aunque la hernia inguinal puede afectar también a las mujeres, Villarreal señala que es una patología más frecuente entre los hombres, ya que en la región inguinal del varón existe un punto de debilidad fisiológica; concretamente, en la zona de paso de las estructuras testiculares del abdomen hacia el escroto. “La obesidad, los esfuerzos abdominales intensos, o las enfermedades respiratorias que provocan tos crónica, pueden constituir asimismo un factor de riesgo para la aparición de una hernia inguinal”, advierte la cirujana de Quirónsalud Zaragoza.
La Mayo Clinic estadounidense enumera en este punto cuáles pueden ser los factores que contribuyen a desarrollar un hernia inguinal:
- Ser de sexo masculino. Los hombres son ocho veces más propensos a desarrollar un hernia inguinal que las mujeres.
- Ser adulto mayor. Los músculos se debilitan a medida que envejeces.
- Ser de raza blanca.
- Antecedentes familiares. Tienes un pariente cercano, como padres o hermanos, que tiene esta afección.
- Tos crónica, como la tos del tabaquismo.
- Constipación crónica. La constipación provoca un esfuerzo durante las evacuaciones intestinales.
- Embarazo. El embarazo puede debilitar los músculos abdominales y causar más presión dentro de tu abdomen.
- Nacimiento prematuro y bajo peso al nacer.
- Una hernia o una reparación de hernia inguinal previa. Incluso si la hernia anterior ocurrió en la niñez existe mayor riesgo de desarrollar otra hernia inguinal.
Con todo, y ante la mínima sospecha, la doctora Villarreal recomienda a los pacientes ser valorados por un especialista en Cirugía General, y recibir el tratamiento adecuado en quirófano, sin miedo al contagio de COVID-19, ya que estas instalaciones han diseñado circuitos y espacios diferenciados de atención. A su vez, el Hospital Quirónsalud Zaragoza cuenta con la certificación ‘Protocolo seguro frente al COVID-19’, otorgado por Applus + Certification, tras comprobar que se trata de un espacio protegido, tanto para su personal como para los pacientes, y dispone de todos los protocolos y procedimientos más exigentes para reducir al máximo el riesgo de contagio.
El principal síntoma es la aparición de un bulto en la región inguinal, que aumenta de tamaño con los esfuerzos físicos y provoca dolor en la zona
Una cirugía indolora
La doctora Villarreal indica que la hernia inguinal requiere actualmente de una intervención quirúrgica para su tratamiento, que tradicionalmente ha implicado un mes de reposo y, en ocasiones, dolores y algunas complicaciones postoperatorias.
“Sin embargo, los avances en las técnicas quirúrgicas han llevado a nuestro equipo a incorporar la técnica más avanzada para tratar la hernia inguinal de forma precisa, indolora, y con una recuperación inmediata de la que se han beneficiado ya más de 80 pacientes”, asegura la experta de Quirónsalud Zaragoza.
Se trata de la “hernioplastia TEP”, según explica, una cirugía laparoscópica “totalmente extraperitoneal”, que se desarrolla íntegramente en una región anatómica que no contacta con estructuras abdominales. “Permite tratar todos los puntos de debilidad de la región inguinocrural (las hernias inguinales directas, indirectas y las hernias crurales) sin precisar otras actuaciones adicionales", asegura la cirujana general.
Entre otras ventajas de esta intervención, el doctor Guillermo Pola, cirujano general de Quirónsalud Zaragoza destaca que permite la reintroducción de la hernia en la cavidad abdominal, así como la reparación de la pared para evitar que vuelva a aparecer: “Requiere de la colocación de una malla de material sintético, que se coloca en la pared muscular, y con el tiempo, se integra en el tejido muscular, aportando fuerza y resistencia a la zona que evita la tensión de los tejidos".
Alta especialización en cirugía laparoscópica
A su vez, la doctora Villarreal sostiene que la “hernioplastia TEP” requiere de una alta especialización en cirugía laparoscópica y “un aprendizaje más exigente”. “Al no penetrar en la cavidad abdominal, se evita el contacto con órganos internos, como el intestino delgado y el colon, con lo cual se disminuye el riesgo de presentar complicaciones postoperatorias, como lesiones viscerales y abdominales, obstrucción intestinal por adherencias a la malla, o hernias de los orificios de entrada en la pared abdominal", añade.
Frente a la cirugía abierta y a la técnica TAPP, que se realiza igualmente mediante laparoscopia pero requiere la apertura de la cavidad abdominal, el doctor Pola resalta que la técnica TEP permite al paciente recuperar su actividad habitual de forma inmediata y recibir el alta médica incluso el mismo día de la intervención. Además, este tipo de intervención conlleva una reducción significativa del dolor postopertorio por lo que, con frecuencia, no es necesaria la administración de analgésicos.