Hace apenas unos meses un equipo de investigadores revelaba que la noche polar estaba llena de vida tras estudiar el ecosistema de uno de los fiordos de Svalbard durante tres inviernos seguidos. Su trabajo sorprendía a la comunidad científica al documentar la existencia de mucha más vida de la que se esperaba en estos parajes privados de luz durante largos meses. Ahora, un trabajo publicado en la revista Current Biology revela que esta actividad se extiende a todo el Ártico y que la luna juega aquí el mismo papel que el sol en los ecosistemas con luz.
Esta migración vertical diaria contribuye al ciclo del carbono
Los trabajos de la investigadora escocesa Kim Last y su equipo revelan la existencia de un ciclo de vida desconocida hasta ahora. No importa el lugar del Ártico que investiguen, ya sea un fiordo, mar abierto o bajo las placas de hielo, que siempre observan el mismo comportamiento: las criaturas marinas han cambiado sus actividades y han pasado de seguir el ciclo de 24 horas de luz solar al ciclo de luz lunar. Millones de pequeños organismos que forman parte del zooplancton marino emergen en cuanto la luna aparece en el horizonte a diario. Paralelamente, coincidiendo con la aparición de la luna llena cada 29,5 días, los biólogos registran una huida masiva a las profundidades de estos organismos, que se ocultan por debajo de los 50 metros huyendo probablemente de los depredadores que los pueden detectar con la luz.
"Durante la oscuridad permanente y el frío extremo del invierno ártico, estas pequeñas criaturas marinas, como míticos hombres lobo, responden a la luz de la luna realizando migraciones masivas", explica Last. "lo más sorprendente que estas migraciones no son raras ni se reducen solo a unos cuantos lugares", prosigue. "La base de datos acústica que hemos usado para el análisis acumulativo de 50 años cubre buena parte del océano ártico. La incidencia de la migración lunar sucede cada invierno en todos los sitios, incluso bajo el hielo marino cubierto por una capa de nieve".
Cada 29 días el plancton huye de la luna llena a las profundidades
Estos hallazgos tienen implicaciones sobre el ciclo del carbono, cuya fijación es particularmente importante para entender el cambio climático. "La migración vertical diaria de zooplancton contribuye de manera significativa al ciclo del carbono moviendo el que está en la superficie a las profundidades del océano", describe la investigadora. "Como no hay fotosíntesis en la noche polar, el carbono solo se mueve a las profundidades por los depredadores que se comen a sus presas". La influencia de estos movimientos invernales del zooplancton deberá ser tenida en cuenta ahora para incorporarlas en los modelos biogeoquímicos y para entender mejor lo que sucede en el planeta a escala global.
Referencia: Moonlight Drives Ocean-Scale Mass Vertical Migration of Zooplankton during the Arctic Winter (Current Biology) http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2015.11.038