La "batalla" por el espacio entre humanos y vida silvestre podría verse amplificado por el cambio climático, según argumentan los autores de un artículo publicado este lunes en la revista Nature Climate Change. Los hallazgos demuestran la necesidad de identificar y mitigar los impactos futuros en el bienestar humano y de la vida silvestre como resultado del cambio climático.
Este conflicto por los espacios entre los humanos y la vida silvestre involucra interacciones directas, lo que resulta en resultados adversos para una o ambas partes. El conflicto puede provocar lesiones o la muerte, daños a la propiedad y pérdida de medios de subsistencia. El clima ya actúa como una causa subyacente que amplifica este conflicto, al alterar la distribución, los tiempos y el comportamiento de la vida silvestre y los humanos.
Los autores analizaron 49 estudios de casos en 10 órdenes taxonómicos, en 6 continentes y en los 5 océanos
Para el artículo, el equipo de Briana Abrahms reunió las evidencias de conflictos provocados por el clima a partir de 49 estudios de casos en 10 órdenes taxonómicos, en 6 continentes y en los 5 océanos. Descubrieron que el empeoramiento de la escasez de recursos impulsado por el clima era el mecanismo ecológico más citado que amplifica el conflicto, citado en más del 80% de los estudios de casos. Cambiar la distribución espacial de la vida silvestre también fue un factor importante, presente en el 69% de los estudios.
Batalla por el espacio
Los resultados de los conflictos más comúnmente informados involucraron lesiones o mortalidad humana o de vida silvestre (43% de estudios para humanos y 45% de estudios para vida silvestre), o pérdida de producción de alimentos (45% de estudios). También destacan que muchos de los estudios informaron impactos en comunidades humanas económicamente vulnerables.
Los autores indican que los conflictos están documentados en todos los continentes excepto en la Antártida e involucran una variedad de taxones animales. Los ejemplos incluyen tapires que estimulan la sequía en México y elefantes en Tanzania que buscan comida y agua cerca de las aldeas, lo que resulta en daños a los cultivos y posteriores matanzas en represalia.
La presencia de una ola de calor marina elevó el riesgo de que las ballenas azules colisionaran con los barcos
De manera similar, la presencia de una ola de calor marina elevó el riesgo de que las ballenas azules colisionaran con los barcos, al cambiar su tiempo de migración. Los autores sugieren que estas interacciones pueden acelerar la velocidad a la que el conflicto entre humanos y la vida silvestre impulsa la disminución de la vida silvestre.
Un estudio reciente a gran escala de 47 especies de monos y lémures publicado en la revista PNAS indicaba que el cambio climático y la deforestación están empujando a estos animales a bajar de los árboles al suelo, donde corren un mayor riesgo debido a la falta de alimentos y refugio preferidos, y pueden experimentar una interacción más negativa con humanos y animales domésticos. Y, aunque la transición de un estilo de vida arbóreo a uno terrestre haya ocurrido anteriormente en la evolución de los primates, los rápidos cambios de hoy son una seria amenaza.
Otro trabajo reciente, que reunía la información de más de 200 proyectos de investigación y los datos de más de 8000 animales marinos y terrestres desde 1991, mostraba el impacto que han tenido tres décadas de calentamiento a los animales del Ártico, donde águilas, osos, alces, renos y lobos han cambiado su comportamiento. Y otro estudio indicaba hace apenas unas semanas que Madagascar ya ha "perdido" 3 millones de años de evolución por la acción humana.
Los autores instan a realizar más investigaciones, con el desarrollo simultáneo de políticas proactivas y socialmente justas que optimicen los resultados tanto para los humanos como para la vida silvestre.
Referencia: Climate change as a global amplifier of human–wildlife conflict (Nature Climate Change) DOI 10.1038/s41558-023-01608-5