Ciencia

Los antepasados de pulpos y calamares vampiro tenían diez brazos

El fósil del ancestro más antiguo del calamar vampiro y el pulpo cambia lo que sabíamos sobre el pasado de estos animales. La especie ha sido nombrada ‘Syllipsimopodi bideni’, en honor al presidente Biden.

Los ancestros más antiguos del grupo de animales que incluye pulpos y calamares vampiros no tenían ocho sino 10 brazos, según una nueva investigación que se publica este martes en la revista en la revista Nature Communications. El estudio, que describe una nueva especie de vampirópodo basada en un fósil de 328 millones de años que no había sido descrito previamente, retrasa la edad del grupo en casi 82 millones de años.  A este fósil del ancestro más antiguo conocido del calamar vampiro y el pulpo, lo han nombrado como Syllipsimopodi bideni, en honor al presidente Joseph Biden.

“Este es el primer y único vampirópodo conocido que posee 10 apéndices funcionales”, asegura el autor principal Christopher Whalen, investigador de la Universidad de Yale y de Museo Americano de Historia Natural. Los vampirópodos son los ancestros del calamar vampiro y el pulpo, pero sus orígenes no están claros ya que rara vez se fosilizan debido a su composición principalmente de tejidos blandos. Los restos fragmentarios descubiertos previamente datan de hace unos 240 millones de años, pero los datos genéticos indican que los vampirópodos se originaron mucho antes, entre 330 y 250 millones de años.

El nuevo estudio se basa en un fósil de vampíropodo excepcionalmente bien conservado de las colecciones del Museo Real de Ontario (ROM). Originalmente descubierto en lo que ahora es Montana y donado a ROM en 1988. Los autores informan de que el espécimen está bien conservado y mide alrededor de 12 cm de largo con 10 brazos que muestran ventosas y aletas y un largo gladius (una estructura interna triangular dura). Estas características llevan a los autores a sugerir que el espécimen tendría forma de torpedo, similar a los calamares existentes.  

Pulpos de diez brazos

"El conteo de brazos es una de las características definitorias que separan la línea de calamares y sepias de 10 brazos (Decabrachia) de la línea de pulpos de ocho brazos y calamares vampiros (Vampyropoda)”, asegura Whalen. “Hace tiempo que sabemos que los pulpos alcanzan el conteo de ocho brazos mediante la eliminación de los dos filamentos de calamar vampiro, y que estos filamentos son brazos vestigiales”. "Sin embargo”, añade, “todos los vampirópodos fósiles informados previamente que preservan los apéndices solo tienen 8 brazos, por lo que este fósil es posiblemente la primera confirmación de la idea de que todos los cefalópodos poseían ancestralmente diez brazos”.

“Este fósil es posiblemente la primera confirmación de que todos los cefalópodos poseían ancestralmente diez brazos”

Dos de los brazos del cefalópodo parecen haber sido alargados en relación con los otros ocho brazos, y su cuerpo en forma de torpedo recuerda a los calamares de hoy. El fósil recibió el nombre de Syllipsimopodi bideni . El nombre del género se deriva de la palabra griega “syllípsimos” para “prensil” y “pódi” para “pie”, porque este es el cefalópodo más antiguo que se conoce que desarrolla ventosas, lo que permite que los brazos, que son modificaciones del pie de molusco, funcionen mejor para agarrar presas y otros objetos. 

En honor a Biden

En cuanto a por qué los investigadores nombraron al animal en honor a Biden, Whalen dijo que la publicación fue aceptada poco después de la toma de posesión del presidente y la insurrección del 6 de enero en el Capitolio. “Quería reconocer de alguna manera el momento de una manera más positiva y con visión de futuro”, explica. “Me alentaron los planes que presentó el presidente Biden para contrarrestar el cambio climático antropogénico y su sentimiento general de que los políticos deberían escuchar a los científicos”.

Fósil de Syllipsimopodi de ~330 millones de años de antigüedad |Christopher Whalen

Brazos para cazar amonites

Syllipsimopodi  puede haber llenado un nicho más similar a los calamares existentes, un depredador acuático de nivel medio”, asegura Neil Landman, coautor del trabajo. "No es inconcebible que pudiera haber usado sus brazos cargados de ventosas para sacar pequeños amonites de sus caparazones o aventurarse más cerca de la costa para cazar braquiópodos, bivalvos u otros animales marinos con caparazón".

Con base en la edad, los caracteres y la posición filogenética, el fósil desafía los argumentos predominantes sobre los orígenes de los vampirópodos, y los autores proponen un nuevo modelo para la evolución de los coleoides (cefalópodos con capa interna). 

Referencia: Fossil coleoid cephalopod from the Mississippian Bear Gulch Lagerstätte sheds light on early vampyropod evolution (Nature Communications) DOI 10.1038/s41467-022-28333-5 

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