Felipe Silveira, asesor personal del futbolista del Real Madrid Vinícius Júnior, ha denunciado formalmente a la Policía después de haber comunicado que había recibido un plátano por parte de un guardia de seguridad en el estadio del RCD Espanyol, en Cornellà de Llobregat (Barcelona), antes del partido amistoso entre Brasil y Guinea, recoge Europa Press.
Según ha informado el periódico brasileño Folha de S.Paulo, el círculo de Vinícius que ha acompañado a Silveira a una comisaría cercana al estadio ha asegurado que vuelven "a notar cómo no consideran el racismo un delito en España".
"Lo que más me llamó la atención, después del acto de racismo, fue cómo toda la gente, las autoridades, los jefes de seguridad, todos lo minimizaban y trataban de decir que era algo normal ahí, eso es cultura española y la vida que sigue", ha declarado uno de los asesores.
Este incidente tuvo lugar durante el partido que sirvió de reivindicación de la lucha contra el racismo, con la selección brasileña de negro por primera vez en más de 100 años.
Además, ha indicado que en la comisaría, un primer policía que los atendió les alertó de que existía la posibilidad de que el juez viera el gesto como una broma y no como una ofensa. Un segundo agentes lamentó el hecho y comentó que el exfutbolista Samuel Eto'o sufrió actitudes racistas durante su trayectoria profesional en el FC Barcelona.
Durante un partido contra el racismo
Silveira ha denunciado haber recibido el sábado un plátano al ingresar al estadio, cuando le acompañaban otros tres miembros del equipo de Vinícius, incluido el técnico del jugador, a los que no se les ofreció, debido a que eran blancos.
Este incidente ha tenido lugar durante el partido que sirvió de reivindicación de la lucha contra el racismo en el fútbol, con la selección brasileña de negro por primera vez en más de sus 100 años de historia.
Vinícius, víctima habitual
Esta protesta surgió de los últimos episodios en el fútbol español, con Vinícius como un víctima habitual y el primero en reivindicar esa lucha. Antes de comenzar el encuentro, hubo un minuto de silencio contra el racismo y los jugadores se arrodillaron en el campo de juego como gesto de protesta.