Cataluña y Euskadi jugaron anoche un partido amistoso entre sus selecciones territoriales, encuentro que se ha convertido en un clásico navideño que el independentismo utiliza para airear sus demandas politizando el fútbol y a sus selecciones. En este caso, el encuentro servía también para conmemorar en el Camp Nou el centenario del primer enfrentamiento entre ambas selecciones, que data del 3 de enero de 1915, con resultado final de 6-1 para los catalanes.
El partido se calentó con un mensaje enviado a las redes sociales por el líder el Partido Popular, Xavier García Albiol, antes del encuentro en el que se comparaba la utilización política del fútbol con las que realizaba en su día el dictador Francisco Franco:
Hoy toca aquelarre independentista en el fútbol organizado por @FCF_CAT. La utilización política del fútbol igualitos que el dictador Franco
— Xavier García Albiol (@Albiol_XG) December 26, 2015
Anoche el choque fue presidido en el palco por Artur Mas, que en horas conocerá la decisión de la CUP de respaldar o no su presidencia en la Generalitat, y el lehendakari vasco Iñigo Urkullu. El año pasado las gradas registaron una media entrada, alrededor de 40.000 espectadores, cifra que se intentó superar en esta ocasión. Al menos así lo habían advertido los organizadores. Mientras los dos equipos entonaban los himnos de sus autonomías, las gradas exhibían un vacío preocupante.
Pero la organización se encargó de repartir miles de invitaciones para superar el registro del pasado año, lo que ofreció una variopinta grada en la que se mezclaban los orientales rostros de los futbolistas infantiles del WOSPAC Team con independentistas envueltos en sus esteladas. Del lado vasco muy poca presencia, con contadas ikurriñas en las gradas. En los himnos destacó la solemnidad de El Segladors, que fue entonado con vehemencia por Sergi Roberto, Aleix Vidal y Gerard Piqué en las filas catalanas.
Gerard López y Sergio González fueron los encargados de dirigir al combinado catalán, mientras que Euskadi estuvo entrenada por José Mari Amorrortu y Mikel Etxarri. Siendo Sergio García, por Cataluña, y Aritz Aduriz, por Euskadi, los capitanes. Los onces los formaron, en el bando local: Pau López, Aleix Vidal, Bartra, Piqué, Jordi Alba, Busquets, Sergi Roberto, Víctor Rodríguez, Verdú, Piti y Sergio García. Euskadi formó con Iraizoz, Boveda, San José, Iñigo Martínez, Ansotegi, Yuri Berchiche, Ilarramendi, X. Prieto, Muniain, Aduriz y Toquero.
Llegado el minuto 17 de ambas partes, el Camp Nou entonó los clásicos gritos de "¡Independencia!" que se escuchan en cada partido del Barcelona. Un grito que retumbó con eco en las semivacías gradas del coliseo culé. También se coreó el nombre de Oleguer, ex jugador del Barcelona muy comprometido con la causa independentista. No abundaron las pancartas porque los servicios de seguridad del Camp Nou y los Mossos impidieron el ingreso al campo de pancartas con mensajes independentistas, como la de las JERC, jovent independentista dels Països Catalans. Pero aún así sí se pudieron ve mensajes independentistas en las gradas. Finalmente, después de que no dejasen de entrar aficionados durante el partido, la organización cifró en 51.000 el número de asistentes, vendiendo como un éxito de participación el partido.
En lo deportivo, el partido concluyó con victoria por la mínima de los vascos con un tanto de Aduriz en el minuto 38. Cataluña dominó la posesión y dispuso de muchas ocasiones en un partido entretenido, pero no tuvo acierto de cara al gol.