Ferrari siente que se le escapa el Mundial de Fórmula 1 y no puede dejar pasar ninguna oportunidad de acortar distancias con Red Bull e incluso con Mercedes. Habituada históricamente a fichar a los mejores a golpe de talonario, la 'Scuderia' no está ahora mismo para hacer guiño alguno a su cantera de pilotos.
Las pobres prestaciones del F138 en las últimas carreras han encendido las alarmas en Maranello. De ahí que el equipo italiano se haya aferrado a una situación excepcional para sacarse de la manga unos entrenamientos con su coche y pilotos oficiales del Mundial 2013.
Del 17 al 19 de julio están previstos en Silverstone (Gran Bretaña) los habituales tests destinados a los llamados rookies. La normativa de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) dicta que en esos entrenamientos solo pueden ponerse al volante de los bólidos aquellos pilotos que hayan participado en un máximo de dos grandes premios de Fórmula 1.
Sin embargo, los graves problemas habidos con los neumáticos Pirelli durante todo el año y el test secreto efectuado en mayo por Mercedes en Montmeló han llevado a los demás equipos a presionar a la FIA hasta el punto de que esta ha accedido a permitir de forma excepcional en 2013 que todas las escuderías acudan a Silverstone con sus pilotos oficiales. Y Ferrari no lo ha dudado.
"Esos tests van a ser muy importantes, tendremos la oportunidad de probar algo nuevo", reconoce Massimo Rivola, director deportivo de Ferrari. "Obviamente, esta prueba se llevará a cabo con los pilotos oficiales, ya que no tendría ningún sentido intentar algo nuevo con rookies que no tienen la experiencia necesaria para proporcionar la información que hace falta", añade Rivola.
