Un tipo normal, accesible y cercano; así es Luis de la Fuente, el entrenador de la Selección que está triunfando a los mandos de España en esta Eurocopa. El riojano siempre se ha definido de este modo a sí mismo y, además, siempre confesó abiertamente que es creyente y que profesa una fuerte fe en el Cristo del cachorro. "La fe y el fútbol son los motores de mi vida", ha dicho siempre el seleccionador.
Aún así, él mismo siempre dijo que no es supersticioso, que él en lo que cree es en el trabajo. Y, aunque siempre se persigna antes de los partidos, él aclara que "eso no es superstición, eso es fe".
El entrenador, natural del municipio de Haro, nunca ha tenido problemas en hablar sobre esta cuestión religiosa ante los medios y reconocerlo. "Soy un hombre de fe, muy creyente con mucha fe. Pedí salud y trabajo", respondía el seleccionador cuando le preguntaban qué le pidió al Cristo del cachorro.
Según él mismo ha indicado en numerosas ocasiones, es religioso porque ha decidido serlo. "Vengo de una familia religiosa, pero durante mi vida he tenido muchas dudas y he estado alejado de la religión. En un momento de mi vida, decidí acercarme de nuevo y apoyarme en Dios para todo lo que hago", contaba Luis de la Fuente en una entrevista para el diario El Mundo hace unos meses.
Luis de la Fuente: español, católico y taurino
"Orgulloso no, estoy orgullosísimo de todo lo que has dicho", respondía de la Fuente cuando le preguntaban si era correcto decir que el seleccionador nacional está orgulloso de ser español, católico y taurino. "Y como soy libre, elijo lo que creo que tengo que elegir. Dentro de ese marco de respecto que todos tenemos que tener, yo respetaré a la gente que me respete a mí", afirmó tajante el riojano.
El entrenador, cuando le preguntan por alguna razón para creer en Dios siempre suele responder no hay una, sino mil razones para creer en él y afirma sin titubear que es algo que hay que vivir, pero que de no hacerlo, para él "la vida no tendría sentido".
Su pasado en el Athletic
Nuestro entrenador también tiene experiencia vistiéndose de corto. Fue lateral izquierdo en el club bilbaíno y paseó en la Gabarra por la ría de Bilbao con dos Ligas a las órdenes de Javier Clemente bajo el brazo.
Y es que Luis de la Fuente está muy ligado al Athletic. Allí comenzó su carrera como futbolista, como hemos mencionado, y además también creció como entrenador en Lezama. A los mandos del Bilbao Athletic estuvo en dos etapas, con un impás de dos años en los que acompañó al mítico Joaquín Caparrós como delegado del primer equipo.
Lideró al filial rojiblanco en la campaña 2006-07 y, posteriormente, en la 2009-10 y 2010-11, teniendo a su cargo a varios futbolistas de renombre en el club rojiblanco como Beñat, Markel Susaeta, Iturraspe, Iago Herrerín o Iker Muniain.
Un fanático de las pesas y el ejercicio físico
Lo cierto es que la oportunidad de dirigir como primer entrenador un banquillo tan importante como el de la selección española le ha llegado un poco tarde, porque hay que recordar que de la Fuente tiene ya 63 años. Pero es que sí que es cierto también que tampoco aparenta tener esa edad, y eso es, en parte, por lo mucho que le gusta cuidarse y entrenar.
A base de entrenar duro y el menú de la cafetería de la RFEF, el entrenador se mantiene en un estado de forma increíble tanto físico como mental. El propio de la Fuente ha sido claro al respecto, pues ha aclarado que a lo largo de los últimos años se ha dedicado a 'levantar hierro', como él denomina a ir al gimnasio, y a llevar una alimentación normal. De hecho, él mismo ha señalado que, al pasar muchas horas en su puesto de trabajo, en muchas ocasiones come el menú de la cafetería de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
Pero la historia del su cuidado personal viene de más atrás, pues su 'vicio' al entrenamiento físico es resultado directo de unas lesiones de rodilla sufridas en su época como jugador que requieren especial atención al cuidado del cuerpo para prevenir nuevas molestias.
Y así es como podemos tener una visión más cercana e íntima de nuestro seleccionador nacional; un tipo tranquilo, sereno, educado y cercano a todo el mundo, que no tiene unas aficiones demasiado fuera de lo común y que, ahora, está a un paso de convertirse en campeón de la Eurocopa con la Selección.
