Como si nunca se hubiera ido. Rafael Nadal ha vuelto a las pistas de tenis 349 días después de su última aparición y lo ha hecho por todo lo grande: el mallorquín ha logrado la victoria ante el austríaco Dominic Thiem (7-5; 6-1) y ya está en la segunda ronda del Torneo de Brisbane (Australia). Pero eso es lo de menos, en cierta medida.
Después de una temporada muy complicada, muchos pensaban (y lo siguen haciendo seguramente) que iba a ser muy difícil volver a ver a Rafa Nadal sobre los terrenos de juego. Es más, habían quienes apostaban por el fin de la carrera del mallorquín cuando a finales del año pasado la incógnita de su futuro seguía siendo la protagonista. Pese a ello, el tenista español más laureado de toda la historia comunicaba una última bala antes de terminar el año: se veía con fuerzas para intentar luchar por más títulos en 2024.
A pesar de contar con 22 Grand Slam y un total de 92 títulos en sus vitrinas, Nadal quiere seguir dando espectáculo. El deseo del balear es aguantar todo lo posible rindiendo al máximo nivel y conquistar algún título profesional más durante este año. Eso mismo dijo el mallorquín en su carta de presentación para una nueva temporada; la misma que ya ha echado a rodar: primer partido del año y primera victoria después de su grave lesión el 18 de enero de 2023 en las pistas del Open de Australia.
"Estoy contento por el nivel mostrado en este primer partido. Estoy orgulloso de mí y del equipo después de todo lo que ha pasado", comentaba Nadal a los micrófonos nada más terminar el encuentro ante el austríaco Dominic Thiem. Con un trabajado marcador final de 7-5 y 6-1, Nadal ha cerrado la primera ronda del particular torneo de Brisbane con buenas sensaciones y agradecido todo el apoyo recibido durante la hora y media de juego. "Gracias por el apoyo. Hoy era un día muy especial para mí después de uno de los años más duros", añadía Nadal a pie de pista.
Nadal y el reto del mejor colofón posible a su carrera deportiva
Con diez golpes ganadores y sólo tres errores no forzados en todo el encuentro, Nadal ha cerrado una convincente e ilusionante primera ronda en Brisbane. Es más, algunos de sus compañeros de profesión, como es el caso del español Alejandro Davidovich, se han mostrado atónitos y sorprendidos ante el nivel y la concentración que el mallorquín ha demostrado durante todo el encuentro.
Todo esto, tal y como es de esperar, le servirá para volver a recuperar el nivel y el ritmo de juego antes del primer Grand Slam de la temporada: el Open de Australia, a disputarse del 14 al 28 de enero. El problema es que actualmente Nadal es el número 663 del ranking mundial y para poder formar parte del torneo tendrá que hacerlo o bien mediante una invitación de la organización o echando mano del ranking protegido (de la clasificación que tenía en el momento en que se declaró de baja de larga duración). Sin embargo, ese no es el principal objetivo que se ha marcado en esta temporada.
Nadal quiere llegar a sus terceros Juegos Olímpicos, más aún conociendo el lugar en el que se desarrollarán los torneos de tenis: en la tierra batida de Roland Garros. Siendo el tenista que más veces se ha coronado en París (14 títulos), Nadal podría formar incluso pareja (para disputar el dobles masculino del torneo olímpico) con Carlos Alcaraz. Además, su ausencia en Tokio hace más ansiada aún otra nueva oportunidad de poder verle en otra cita olímpica.