La pionera del atletismo español y la principal referencia para niñas y niños de la época y de la actualidad. Carmen Valero, para muchos considerada como la mejor atleta de España del siglo XX, ha fallecido este martes en Sabadell después de permanecer varios días en coma tras sufrir un derrame cerebral antes terminar 2023, según informa la Real Federación Española de Atletismo (RFEA).

Carmen Valero, de 68 años, nació en la localidad turolense de Castelserás el 4 de octubre de 1955, aunque muy pronto se marchó a Cataluña, fijando desde los inicios su residencia en la misma Sabadell. "Me siento medio catalana y medio maña", admitió en diferentes ocasiones.

Fue allí mismo donde empezó a correr y a entrenarse de la mano de Josep Molins y de la Joventut Atlètica de Sabadell, forjando a partir de 1970 el inicio de una carrera que marcaría un antes y un después en la historia del atletismo español. “Fue la mujer que transformó nuestra historia. Un talento innato en medio de unas circunstancias imposibles para la mujer”. Así la despedía Raúl Chapado, presidente de la RFEA, en sus redes sociales.

No es para menos. En su especialidad, los 1.500 metros, Carmen Valero empezó a despuntar desde los 17 años, cuando en 1972 se proclamaba campeona de España apuntando lo que se confirmaría cuatro años después al otro lado del "charco": que las mujeres no solo podían correr, sino que también lo podían hacer muy rápido.

En sus vitrinas descansan (y lo harán para siempre), además, muchos más títulos nacionales, como los otros seis conseguidos en 1.500 metros, tres en la prueba de 800 metros y otros cuatro propios de los 3.000 metros. También fue dos veces campeona de España de 1.500 metros en pista cubierta y consiguió un título de mayor fondo: el de los 5.000 metros de 1986.

Carmen Valero: la figura que despertó el atletismo femenino español

Fue la primera atleta española en competir en unos Juegos Olímpicos. Lo hizo en Montreal 1976, donde compitió en las pruebas de 800 y 1.500 metros. En ambas pruebas no tuvo mucha mella: Valero terminó 30ª y 32ª, respectivamente, sin oportunidad alguna de acceder a unas semifinales olímpicas en ninguna de las dos.

Sin embargo, en su palmarés sobresalen esos dos campeonatos del mundo de campo a través (o de cross, como se diría en la actualidad) en Chepstow 1976 y Düsseldorf 1977. Ambos títulos mundiales llegaron, tal y como apuntaba Chapado, cuando nadie en España apostaba por la mujer, algo que en otro países no ocurría: Valero se impuso a grandes figuras mundiales, como las soviéticas Tatiana Kazankina, campeona olímpica de 800 y 1.500 ese mismo año, y Lyudmila Bragina, oro olímpico también en 1.500 en Múnich 1972.

Además, Carmen Valero fue 25 veces internacional y plusmarquista nacional de los 800, 1500 y 3.000 metros durante aquellos años.

Entre otras distinciones, Valero recibió también la Real Orden del Mérito Deportivo en su categoría de Medalla de Plata y Medalla de plata al mérito deportivo del Consejo Superior de Deportes. Su figura resultó clave para el despertar del atletismo femenino español, sobre todo por las muchas barreras machistas a las que tuvo que enfrentarse para poder hacer lo que más le gustaba: correr. Ella misma, en numerosas ocasiones, recordaba sus difíciles comienzos destacando las palabras que había oído de parte de algún directivo a finales de los años 70, en las que para desmerecer las opciones de las atletas españolas para lograr éxitos, se las llamaba "culonas y pechugonas", algo a lo que Carmen Valero respondió con victorias.

Tras su retirada, la aragonesa siguió ligada al deporte formando parte de la Junta Directiva de la Real Federación Española de Atletismo durante el mandato de José María Odriozola. La última gran aparición pública de Carmen Valero tuvo lugar el pasado mes de mayo con su participación en el Memorial De la Quadra-Salcedo, que tuvo lugar en la pista de ceniza de la Universidad Complutense de Madrid. En su persona se rindió homenaje a las participantes en el primer Campeonato de España en la distancia de 1.500 metros.