Parece un buen tipo y dicen que los jugadores confían y hablan bien de él. Tiene un palmarés envidiable y conoce el juego, ya que en su día fue un sólido futbolista. Todo eso es Carlo Ancelotti, aunque también un hombre perdido. Antes de jugar contra el Málaga, el técnico italiano comentó que el Real Madrid mejoraría, pues no podía empeorar. Aquel comentario era una oda a la lógica, no había más que mirar a la plantilla para saber que no estaba colmando las expectativas. Es cierto ante el Málaga su equipo pareció mejor, contra el Sevilla el intercambio de golpes le dio como vencedor claro y en Barcelona perdió, pero no se mostró muy inferior, que ya era algo.
Sin embargo, en Vallecas el Madrid volvió a mostrar sus carencias. Pasa sobre todo lejos del Bernabéu, el equipo se parte, confía en su gol, pero vive en un constante despiste, incapaz de dominar un partido. Y es grave, pues son muy pocos los equipos triunfadores que son débiles fuera de su estadio y que no saben estructurar un partido.
Xabi Alonso ya está de vuelta, y se espera que en pocas semanas retome su nivel. Ahora Ancelotti puede repetir que el equipo mejorará, pues no se conoce equipo que no mejore cuando incluye un jugador de ese calibre. El Madrid ha pasado 12 jornadas buscando una solución que parcheara su ausencia y no la ha encontrado, un hecho de extrema gravedad. Había alternativas diferentes, Modric, Illarra, Khedira, Casemiro, incluso Di María o Sergio Ramos han aparecido por ahí, pero ninguna de las formaciones dio con la tecla. Igual el problema fue el sistema, descompensado y anárquico, muy poco solidario, que hizo naufragar al equipo.
No ha sido el único error, pues la defensa también ha fallado de una manera alarmante, pero sí es el más preocupante. El núcleo de este deporte obliga a gobernar el partido y eso no es posible si no se tiene una brújula en el centro del campo. Visto lo pasado, será Xabi Alonso o no será, pero no hay que olvidar que el tolosarra tiene una edad, arrastra dolencias de pubis y tiene fecha de caducidad, junio de 2014 mientras no se demuestre lo contrario. El problema de su ausencia es grave hoy, pero puede ser dramático en el futuro.
