Hay vida más allá de los hoteles boutique, los airbnb y los todo incluido y la mejor apuesta son los alojamientos singulares que te trasladan en medio de la naturaleza. Espacios ubicados en entornos rurales que transmiten paz y relajación plena por dónde están ubicados, por la configuración de sus construcciones y por la calma de las personas que los gestionan.
Alojamientos únicos en espacios extraordinarios, donde la naturaleza, el aire limpio, la huerta y el cuidado de los animales son sus máximas.
Estos son algunos de los destinos naturales y rurales que no te puedes perder si lo que buscas es salir de la rutina para desconectar y volver a reconectar.
Un viaje al antiguo oeste
En las afueras de la localidad de Mombeltrán, en Ávila, se encuentra un glamping -o camping de lujo- en el que vivir la naturaleza al 100%, es el Glamping The Teepee. Un alojamiento singular en medio del monte, rodeado de un río y piscinas naturales donde el visitante se aloja en teepees de madera, de esos que recuerdan a los que utilizaban los indios en las películas del oeste. Cada uno de estos alojamientos cuenta con entrada independiente, así como baño y ducha privada. Además, hay el glamping cuenta con zonas comunes para relajarse y una cocina al aire libre.
Descansar como reyes
En pleno Parque Natural del Moncayo se encuentra el paraíso de los amantes de la historia, el Castillo de Añón, una de las fortificaciones medievales mejor conservadas del entorno del Mocayo. Este castillo, ahora convertido en un alojamiento de lo más singular, fue levantado por la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan en el siglo XIII con una triple función: defender la frontera, administrar el territorio de la Encomienda y proteger una importante mina de hierro, situada en el valle de Morana, a tan sólo 2 kilómetros del mismo, que contaba, además con ferrería propia.
Vida en la granja
En un listado de alojamientos singulares no puede faltar un agroturismo, un alojamiento de turismo rural que incluye en especial actividades agrícolas y ganaderas en donde mayores y pequeños disfrutarán descubriéndolas día a día. Esa es una de las características del Agroturismo Mari Cruz, en el Pirineo de Navarra. Un ecoturismo ubicado al final de un pequeño pueblo de 23 habitantes, en un entorno muy tranquilo entre hayas y robes. Allí es donde Alicia y Luismi junto a sus hijos viven en compañía de sus animales (perros, gatos, cabras, gallinas, burras, conejos, ovejas, palomas mensajeras) y cuidan de su huerta ecológica. Una experiencia para todas las edades y en la que invitan a participar acompañándoles en los quehaceres de la granja.
Vistas a las estrellas
Se dice que las Montañas de Prades, en Tarragona, cuentan con uno de los mejores cielos de Europa para ver las estrellas. Nada más entrar al hotel Estrellas de Prades, el visitante se sumerge de lleno en la naturaleza de la zona, en la calma y el relax de la paz que produce el monte. Y es que este alojamiento singular es para ir a desconectar, pasear, respirar aire limpio y, por supuesto, disfrutar de las estrellas porque entre sus opciones para alojarse se encuentran sus bellas casas de madera en los árboles y su tesoro más preciado: los iglús de estrellas con estructura geodésica de madera y techo de cristal para que puedas disfrutar de una noche a la luz de los astros.