Considerada una de las ciudades más vibrantes y sorprendentes de Asia (y también del mundo), Hong Kong cuenta con una combinación única de modernidad y tradición, de rascacielos y templos centenarios, de ciudades plagadas de gente a montañas desiertas donde la naturaleza es el centro de todo, de alta cocina y mercadillos callejeros bulliciosos; y es que este destino ofrece una infinidad de experiencias para todo tipo de viajeros. Hong Kong es una ciudad realmente especial y una estancia allí hace que merezca la pena el recorrido. Te traemos una guía sobre qué hacer en esta fascinante metrópoli.
Los dos lados de Hong Kong
Conocida como Kowloon, esta zona es la parte más tradicional y vibrante de Hong Kong. Aquí es donde se vive el día a día, donde se pueden encontrar mercados callejeros, templos históricos y una vida nocturna única. La primera parada, y una de las más bellas que se deben hacer para ubicarse en este precioso destino, es la visita al Monasterio Chi Lin y los jardines Nan Lian, un oasis de paz en medio del caos urbano, donde la arquitectura tradicional china y los jardines zen lo inundan todo permitiendo a los visitantes descubrir parte de la esencia y la tradición del país. A esta visita se le suma recorrer la Avenida Nathan Road, la "Milla de Oro" de Hong Kong y el corazón comercial de Kowloon, con tiendas de todo tipo, especialmente de marcas de lujo. Y, para finalizar, la subida al Sky100, un mirador ubicado en el piso 100 del International Commerce Centre, que ofrece vistas panorámicas de toda la ciudad.
Recorrer la Isla de Hong Kong
Al otro lado de Kowloon se encuentra la isla de Hong Kong, la que da nombre a toda esta región; es el epicentro financiero y cultural de la ciudad y en donde se encuentran buena parte de los rascacielos más emblemáticos de su skyline. Central y Soho son dos de sus barrios más conocidos, donde se encuentra una mezcla de rascacielos modernos, galerías de arte, bares y restaurantes de alta cocina. Es también aquí donde se ubica el Victoria Peak, el punto más alto de la isla al que llegar gracias al icónico Peak Tram, y los Monster Buildings, unos edificios con forma de colmena en los que viven miles de familias que se han hecho famosos por haber salido en algunas series de televisión y películas como Transformers: La era de la extinción y Ghost in the Shell.
No dejar de comer
Uno de los grandes atractivos de Hong Kong es, sin duda alguna, su gastronomía. La ciudad cuenta con una oferta culinaria única que abarca desde puestos de cocina callejera donde come a diario la gente local hasta restaurantes con Estrellas Michelin, en muchos de los cuales se puede comer por menos de seis euros. Ejemplo de ello es el restaurante Dim Sum en Tim Ho Wan, el local de dim sum más barato con una Estrella Michelin del mundo, especialmente conocido por sus bollos de cerdo asado. Otro de los primeros lugares en donde hay que hacer parada para disfrutar de su cocina es el Mercado de Mariscos de Aberdeen, un lugar donde puedes seleccionar mariscos frescos y ver cómo los preparan al instante. Además de pasar por la calle Temple Food Stalls, donde probar especialidades locales como el curry fish ball y el stinky tofu.
Excursiones naturales
Aunque es conocida por sus rascacielos, Hong Kong también ofrece maravillosos espacios naturales para quienes buscan tranquilidad y aventura. Uno de ellos es la Isla de Lantau, el hogar del famoso Gran Buda de Tian Tan y el monasterio de Po Lin al que se accede en teleférico Ngong Ping 360 y desde el que vislumbrar una perspectiva impresionante de la isla. Para los amantes del senderismo, está el conocido Dragon’s Back Trail, una de las rutas de senderismo más populares del país, ideal para los amantes del trekking y la fotografía.
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