Tras semanas de incertidumbre, Estados Unidos tiene un nuevo Presidente. Tras una tensa campaña, y a pesar de que los sondeos apuntaban a unos resultados muy empatados, lo cierto es que Donald Trump se ha alzado con la victoria derrotando a la candidata demócrata Kamala Harris. El político republicano regresa al Despacho Oval cuatro años después de dejar la Casa Blanca, donde se instalará el próximo mes de enero, cuando ocupe su cargo. Eso sí, crecen las dudas sobre si su mujer, Melania Trump, le acompañará.
Convertida de nuevo en la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump vuelve a estar en el centro de todas las miradas. Y no por uno de sus elegantes estilismos, como el que ha lucido para celebrar la victoria electoral de su marido. En esta ocasión, es su relación con Donald Trump y su actitud durante la campaña lo que acapara la atención.
“Quiero agradecer a mi mujer Melania haber estado junto a mí” ha señalado Donald Trump durante su discurso. “Tengo a la mejor best seller del mundo” ha asegurado el nuevo presidente de Estados Unidos haciendo referencia al libro que ha escrito la primera dama, a la que ha besado en la mejilla. Un cariñoso gesto, al que ella ha respondido con una sonrisa, que poco tiene que ver con los rumores que desde hace meses circulan sobre el matrimonio.
El llamativo cambio de actitud de Melania Trump durante la campaña electoral de Donald Trump
Fue en enero de 2021 cuando Donald y Melania Trump decían adiós a la Casa Blanca tras la victoria Joe Biden. Una feliz despedida para la exmodelo, que cerraba así una etapa de cuatro años que, según aseguraron, fue casi un infierno para ella. Y es que, durante el mandato de su marido, se dijo que a la primera dama no le interesaba nada la carrera política de Trump, y que su prioridad era la educación de su hijo Barron, por quien aseguró retrasó seis meses su mudanza a la Casa Blanca.
Donald y Melania Trump, en su despedida de la Casa Blanca en enero de 2021. Foto: Europa Press
Melania Trump no fue una primera dama convencional, y mucho se dijo de sus ausencias y sus gestos de disgusto en los actos oficiales. Así, tras su marcha de la Casa Blanca, desde su entorno declararon a la revista ‘People’ que “se sintió aliviada cuando terminó el mandato de su marido”.
“Si él se presenta (a las elecciones de 2024), dudo que ella participe en ningún sentido. Si ganase, sería el peor escenario para ella” apuntó hace tiempo una fuente. Un escenario que ha llegado, aunque no se ha cumplido. Y es que, tras un arranque de campaña en la que Melania Trump estuvo prácticamente ausente, evitando aparecer ni hablar en los actos oficiales, poco después, la exmodelo decidió cambiar de actitud y mostrar su apoyo público a su marido.
Fue en el mes de julio, durante la Convención Nacional Republicana, cuando Donald Trump confirmó su candidatura a las elecciones. El último día, Melania Trump reapareció aunque con una actitud distante. En su encuentro con el político, fueron muchos los que destacaron el extraño gesto entre la pareja, sobre todo cuando ella le dio un beso en la mejilla.
Desde entonces, Melania Trump apenas se dejó ver. Sin embargo, en la recta final de la campaña, reapareció en un acto en el Madison Square Garden de Nueva York, mostrando todo su apoyo a Trump y la mejor de sus sonrisas. La misma con la que ha celebrado la victoria del republicano que les lleva de nuevo a la Casa Blanca.
Melania Trump acudió a la Convención Nacional Republicana del pasado mes de julio. Foto: Europa Press
El incierto futuro de Melania Trump en la Casa Blanca
Sin embargo, no todos creen que Melania Trump vaya a ocupar de nuevo la Casa Blanca. Así lo apunta la prensa internacional que señala al evidente distanciamiento que hay entre la pareja, que apenas se ha dejado ver junta en contadas ocasiones en los últimos años, como motivo para que la primera dama no viaje a Washington.
Según apuntan diferentes expertos, Melania Trump no pretende hacer de la Casa Blanca su vivienda habitual en este segundo mandato de su marido. De hecho, creen que lo más probable que es la primera dama viva “a caballo entre Palm Beach (donde ha pasado los últimos años, y donde tan feliz es) y Nueva York (donde se dice que estudiará su hijo Barron), acudiendo a la Casa Blanca solo para actos ceremoniales como cenas de Estado u ocasiones especiales”.
Donald Trump, celebrando su victoria junto a toda su familia. Foto. EFE
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