El CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) ha firmado un convenio con la secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital que permitirá a la justicia española valerse de Inteligencia Artificial (IA) para que los profesionales de este área puedan ejercer con mayor facilidad su trabajo.
En concreto, el acuerdo permitirá a los profesionales de la jurisprudencia usar tecnología basada en IA para filtrar documentos de forma más rápida y precisa que hasta ahora.
Cuando jueces y abogados se enfrentan a una causa concreta deben buscar entre miles y miles de documentos entre los que se encuentran otras sentencias similares a la que les ocupa en ese momento, y que les son de suma utilidad para conocer más del caso.
El sistema de Inteligencia Artificial 'lee' todas las sentencias existentes a una velocidad mucho mayor que un humano, y le muestra al juez aquellas que realmente interesan para el caso que se juzga
La idea es que el sistema de Inteligencia Artificial desarrollado por la secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital les permita extraer más fácilmente y rápido los documentos necesarios para comprender mejor la sentencia que les ocupa.
"Cuando un juez busca entre miles de sentencias similares a aquella en la que está trabajando hay un punto en el que o te ayuda alguien o se convierte en algo inabarcable; o le asisten las máquinas o es imposible manejar toda esa información. Hay que reseñar que hablamos de Inteligencia Artificial aplicada a cosas concretas, no de un sistema capaz de juzgar. Es un asistente para el profesional de la justicia", explica David Pérez, coordinador del área de tecnología de la Secretaría de Estado de Agenda Digital.
El sistema que permite realizar todo ese filtrado se ha desarrollando trabajando en lo que en el ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital han venido a denominar Tecnologías del Lenguaje. Grosso modo se trata de un sistema que, simplificándolo mucho, permite, mediante algoritmos informáticos -reglas definidas y ordenadas para conseguir algo-, 'leer' todos los textos y sentencias digitalizadas a una velocidad mucho mayor que la de un humano, y a interpretar qué documentos son los que realmente interesan; a separar el trigo de entre miles y miles de kilos de paja.
En resumen, el sistema discrimina de la forma más parecida a la que lo haría un humano qué tipo de sentencia se ajusta mejor a la que el juez o abogado tienen entre manos
En resumen, el sistema discrimina de la forma más parecida a la que lo haría un humano qué tipo de sentencia se ajusta mejor a la que el juez o abogado tienen entre manos.
"Para que se entienda, pero sin que sea exactamente así, es como si de repente miles de profesionales del ámbito de la justicia se pusiesen a trabajar en la búsqueda de sentencias similares a la que interesa en cada momento", explica Pérez, que se muestra muy cauto al explicarnos el sistema. "Quiero que quede claro que el profesional es quien juzga. El sistema sólo asiste, sólo ayuda a que el profesional de la justicia haga mejor su trabajo. La decisión final es de un humano, que es quien tiene realmente inteligencia", apunta.