El Gobierno no contempla ponerse a trabajar en un plan de reequilibrio fiscal, que indique cómo pretende volver a la senda de consolidación fiscal (es decir, cómo va a reducir la deuda pública y el déficit público), pese a que la Ley de Estabilidad Presupuestaria le obliga a hacerlo.
"Se da un tratamiento distinto en el supuesto de déficit por circunstancias excepcionales (catástrofes naturales, recesión económica o situación de emergencia extraordinaria). En estos casos, deberá presentarse un plan de reequilibrio que permita volver al equilibrio, detallando las medidas adecuadas para hacer frente a las consecuencias presupuestarias derivadas de estas situaciones excepcionales", recoge la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
Pese a que la ley así lo estipula, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha descartado que vaya a prepararlo y también ha negado que ella vaya a pedírselo a las comunidades autónomas, que también pueden gastar libremente e incrementar su déficit público.
"De esa referencia de la ley orgánica respecto a los planes de reequilibrio tenemos que hablar con Bruselas. Cuando pase la pandemia, algo que estamos deseando que suceda y ojalá al principio del año que viene ya le estemos diciendo adiós, ojala esto se confirme, pero la Comisión Europea no ha pedido ningún tipo de plan de reequilibrio ni yo se lo he pedido a las comunidades autónomas", ha reconocido Montero.
Al Gobierno no le preocupa
La ministra hacía estas declaraciones este lunes después de la celebración del Consejo de Política Financiera y Fiscal, en el que les ha propuesto a las comunidades que incurran en un déficit del 2,2% del PIB en el año 2021.
Montero considera que para poder esbozar un plan de reequilibrio es preciso conocer primero cuánto va a caer el PIB en 2020.
"Tenemos que ver cuánto cae el PIB. En este momento no es algo que nos preocupa porque no hay exigencias de la Comisión, porque sabe que hay que ver cómo acaba el PIB de 2020 para saber qué capacidad tienen los países para presentar planes de ajuste o revisión del gasto público", ha apuntado.
Aún así, según Montero, la vuelta a esa senda volverá en 2021 porque ya el déficit público será inferior al de 2020.
Ignora las recomendaciones
La ministra desoye de esta manera las recomendaciones que le han hecho instituciones como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que le han pedido al Gobierno que prepare y presente públicamente un plan para demostrar su compromiso de atar en corto la deuda pública y el déficit público una vez que se inicie la recuperación.
Consideran que esto supondría un mensaje de calma para el mercado, que puede vivir con inquietud como el déficit público se dispara este año hasta niveles de en torno al 13% del PIB y cómo la deuda pública se instala en el umbral del 120% del PIB, donde según la Airef se quedará durante dos décadas.